martes, 9 de febrero de 2010

UN PASEO POR EL PARQUE

El parque está vacío. Solo veo al barrendero acumulando hojas bolsas y botellas en pequeños montones, para luego recogerlos prolijamente en el contenedor que empuja con paso lento.
Todos tenemos nuestras energías menguadas por el intenso calor.
Nos saludamos casi tímidamente, pues en estos días la gente que se cruza está tan apurada que ni se mira. No fue nuestro caso.
Los árboles de la plaza albergan aves que se arrullan, se llaman, se contestan y buscan la frescura del follaje. No los veo pues las copas son abigarradas.
Las hojas brillan después de la tormenta.
Hay palomas picoteando o bebiendo en algún charco de agua que dejó la lluvia.
El sonido de las chicharras, cual sierra de carpintero, anuncia aún más calor. Curioso insecto la cigarra.
Como me pasa siempre y creo que ha casi todos, no la puedo divisar. Dicen que son bellos y coloridos, se esconden entre los troncos y ramas.
Yo sigo llamándolos chicharras como cuando mi padre me explicaba que ese ruido lo hacían con unas bolsas que tienen a los costados del abdomen. Ahora sé que es un llamado de los machos a las hembras. Entonces me pregunto:
¿ Porqué no les llaman chicharros o cigarros?
Chanzas que hago mentalmente en la soledad de esta mañana de domingo.
Con mi bolsa de ricas medias lunas me siento en un banco a la sombra del árbol más grande. Curioso ejemplar que tiene un gran hongo en su tronco, puedo imaginarme la textura delicada del mismo pero solo lo veo , no llego a tocarlo y creo que si llegara tampoco lo tocaría.
Parece un gran pan dejado allí por alguna mano traviesa. No puedo evitar fotografiarlo, pienso que no es interesante para los demás pero sí para mi.
Todo en la Naturaleza es admirable.
Veo palomas cerca de la acera bebiendo y otras volando entre los árboles o picoteando semillas por los senderos. Inclinan su cabeza suavemente hasta que alguna viene y le pelea lo encontrado.
Todo es serenidad.
Guardo el celular con el que saqué la foto y saco una media luna para comerla al fresco, rodeada de esa paz mañanera de domingo.
Se acercan algunas palomas con hambre o simplemente es que siempre están picoteando y esperando lo que los caminantes les arrojan.
Contemplo los hermosos chalets circundantes con sus jardines florecidos en rojos, lilas, amarillos y verdes iluminados por el sol.
Comienzo a comer, y hete aquí que la más atrevida se posa en el banco esperando su comida, pues sí, le pongo un trocito... se fue con su botín. Claro fueron varios días de lluvia y no hubo muchos niños arrojándoles comida, así que tendrán hambre.
Pienso que perdí la oportunidad de sacarle una foto. Saco nuevamente el celular y lo dejo preparado.
En tanto pongo dos trocitos de media luna sobre la madera del banco. Seguro que volverá...
Ya preparé el enfoque. No tarda en subirse una que no se si es la misma u otra y tomo la foto en el momento justo… y el trozo de media luna vuela. Nunca mejor dicho.
Sigo con mi cometido de comer lo que queda. Vinieron más, también se posan en el banco como diciendo: Nosotras también queremos. Se estiran, me miran, y saco la foto en el momento justo.
Pacientemente les tiro otros pedacitos pero esta vez a mis pies… Ahora estoy rodeada de palomas, todo es gris a mi alrededor.
Me inquietan un poco, sus miradas penetrantes exigen más.
Inmediatamente me rodean, sus alas me rozan, pasan rasando sobre mi cabeza y alrededor llevando en sus picos lo que arrojé.
Vuelven nuevamente, y son más. Es como si todas las palomas del parque estuvieran rodeándome. Son como una nube gris y arrullante, pero con un arrullo imperioso. Se acercan sin el menor respeto, vuelven a exigir, a mirarme fijo, están tan cerca que me desagrada su olor al igual que su color, más aún sus ojos.
Saco la última foto que sale mal, mis manos no están seguras.
Las palomas revolotean, pasan sobre mis pies y picotean mis dedos.. Otras me sigue mirando, no me animo a abrir mucho los ojos. Pienso que en cualquier momento alguna se avalanzará sobre mí. Así que me levanto. Lento, pues estoy rodeada por ellas. Adelanto paso a paso, mientras sus alas rozan mis piernas. Guardo el celular.
Una sobrevuela y roza el paquete con el último trozo de media luna que ni siquiera he disfrutado. Algo que me pareció romántico al principio se convirtió en un mal momento.
Sigo lento, tampoco es cosa de salir corriendo. Pero no dan tregua, me siguen, caminando como si yo tuviera una larga cola móvil detrás de mí.
Si no fuera inquietante sería gracioso, pero apenas giro la cabeza, cuando otras se adelantan, mirando la bolsa. La arrojo al contenedor de basura. Realmente me impresionan con su terquedad, su insistencia y con sus ojos que siguen fijos ya no en la bolsa que arrojé, sino en mí.
Siguen mis pasos, revolotean. La mayoría sigue caminando detras con su arrullo imperioso, balanceando sus cuerpos y ladeando la cabeza para mirarme.
Falta para llegar a la esquina, podría cruzar por la mitad de cuadra pero dudo.
Entonces reparo en el recolector de basura que aparece detrás de mí.
Las ahuyenta con su escobillón. Respiro aliviada. No me di cuenta que estaba conteniendo la respiración. El hombre sigue espantándolas. Derecha, izquierda, arriba, abajo...
Él no lo sabe pero me dio seguridad aunque estoy segura que adivinó mi inquietud por la situación.
Es discreto, solo sonríe y nos saludamos. Balbuceo un gracias y sigo rumbo a casa.
No he podido disfrutar de mis mediaslunas.
Mientras, la cigarra sigue entre el follaje de los árboles llamando a sus posibles parejas.






18 comentarios:

Manel Aljama dijo...

Ni Hitchcock... Lo has descrito muy bien. Si fuera porque eres tú pensaba que había acabado mal. Estuve en una ocasión en Canarias y allí las palomas se suben a picotear en las mesas que los bares sacan a la calle. Yo me sorprendí y los de allí lo veían tan normal. Luego, en el Zoo de Barcelona, hubo una repetición: volaban rasante por encima de las cabezas de la gente en la zona de picnic. Suerte que tenía la antitetánica de larga duración.
Has hecho un texto digno de maestro. Voy a poner "Los pájaros" ahora, pero antes voy a cerrar bien las ventanas.

fonsilleda dijo...

Un hermoso paseo convertido en casi una pesadilla.
Verdaderamente es cierto, las palomas, las encumbradas mensajeras de la paz, son en realidad unos parásitos, pesados, tercos y casi agresivos, o sin casi.
De todas formas, disfruté mucho con las imágenes, aunque tristemente, mientras duró el asunto de las palomas, dejé de oír a la chicharra.
Menos mal que te fuiste con su voz.
Bicos y, como sisempre, un placer leerte.

P.D.
Comi dice Manel, también me recordaste a Hitchcock

Elena Bravo "Elena de San Telmo" dijo...

Hola Rosamaría!
A mí también me recordaste a Hitchcok!
Me encantó este pasaje del romaticismo a lo casi siniestro. EXCELENTE!!!
A ver si nos encontramos y un día vamos a la Reserva Ecológica. Allí suelo comer frutas y compartirlas con los pájaros que son muy tímidos porque nos son urbanos como las palomas. Es un gusto rodearse de calandrias, cardenales, chingolos y renegridos.
También se escuchan las chicharras pero en un ámbito salvaje que a mi me encanta.
No te olvido, besos!

tia elsa dijo...

Coincido con Manel ni Hitchcock lo hubiera descripto tan bien. Es que las palomas son asi de molestas, a mi en lo personal no me agradan. Besos tía Elsa.

José Ato dijo...

Hola RosaMaria, en mi blog tienes unos cuantos ajos, estan en la entrada correspondiente a septiembre del 2008. Espero que te gusten.

Un abrazo.

Dr Jose LLibre Tello dijo...

Excelente tension "in crescendo"
jallite

Matilde dijo...

Impresionante este texto!!!!
Ya miro a las palomas con otros ojos y te aseguro de de lejos!!!
Aprovecho tu experiencia tan bien relatada.
Como siempre, un gusto leerte.
Abrazo desde USA,
Matilde

http://mabelporunmundomejor.blogspot.com/ dijo...

Hermoso, real, puro.... tu blog Rosa María. Llegué a el leyendo el Blog de Cilencio (gran amigo, excelente humorista y filósofo agudo)
Pero tus escritos me llegaron profundamente y me hicieron vivir cada trozo de lo que relatabas.
Un abrazo amiga y te felicito !!!
Mabel

GALIZA... Quero as tuas ribeiras que me fan lembrare os teus ollos tristes que me fan chorare.
Un canto a Galicia, Terra do meu pai.
Un canto a Galicia, miña terra nai.
Teño Morriña, teño saudade,
porque estou lonxe de eses teus lares.
Teño morriña, Teño saudade.

(yo también viví unos años por esos lares de meigas y bruxas y queimadas en noites oscuras e teño morriña e saudade)

El Peruano Dorado dijo...

De historias simples como la tuya se construye la hermosura delmundo. Un beso.

Patricio

RosaMaría dijo...

MANEL ALJAMA: jajaja... me encanta lo que ponés, parece que es clásico esto de las palomas... Un beso y gracias.
FONSILLEDA: querida amiga, gracias... La chicharra es tan curiosa, hoy no las oigo, menos mal porque es cierto que sube la temperatura cuando "aserran".Beso grandote.
ELENA DE SAN TELMO: gracias, le habrá pasado algo parecido al MAESTRO DEL TERROR? No lo asocié, simplemente sucedió y me pareció que contándolo se me iría la agitación, demás está decirte que las fotos son bastante malas pero las saqué con el teléfono móvil.Ni pensar en ese momento lo que vendría después. Te llamo cuando haga más fresco, gracias por venir y por la invitación.
TÍA ELSA: Querida amiga, gracias. En Coruña las había en la plaza pero allí eran víctimas de las gaviotas que son también bastante asquerosillas. Las dos son miradas por mí con distancia desde ahora.
Beso y abrazo.
JOSE ATO SAORÍN: gracias por avisarme, recorrí bastante y todo es de un arte y belleza espectaculares. Gracias por venir maestro. Un abrazo
JALLITE: qué sorpresa y qué gusto verte por aquí. Me alegra que te gustara. Tengo varios relatos de suspenso que se pueden ver pinchando en las etiquetas, aunque de este fui la protagonista absoluta. Un abrazo grandote, pasaré por tu blog.
MATILDE:Gracias por venir... menudo viaje el tuyo. Gracias por tu comentario. No sé si te acordás pero murió Ariel Ramirez, justo hoy, puse enlaces con música en mi otro blog, por si querés verlo. Tendrás que poner en tu blog algún postre rico que debe haber por allí. Te mando un abrazo grandote.
MABEL: me alegra que hayas venido, aquí todos casi, somos amigos de todos. Linda gente. Hermosa la canción que pones. Mirá como todo se encadena en la vida! Un abrazo y bienvenida!
EL PERUANO DORADO: Si que son bellas tus palabras, mil gracias amigo. Te cuento que tengo relatos más complejos, solo pincha en etiquetas y después me dices si te llegaron. Beso y abrazo grandote.

Abedugu dijo...

:-) Quizás te viste comida por las palomas, pero en realidad no son agresivas, sencillamente tienen hambre y en muchos lugares se prohibe darles de comer, por eso aprovechan cualquier comida que les caiga cerca. Lo que nunca me explico es por qué la gente las odia tanto y al mismo tiempo se las elige como símbolo de la paz cuando la mayoría de la gente quiere exterminarlas.
Un saludo

nuria dijo...

Muy tierno... estaban ambrientas y quizas por eso su insistencia...

Me ha llamado la atencion...como lo describes... con que ternura...sin verlo hiciste que vieramos ese momento.

Un fortisimo abrazo

"gracias"

Pilar Moreno Wallace dijo...

Qué buen estilo tiene tu texto! Atrapa tanto la atención del lector, que este pasa a formar parte de lo escrito; como un personaje más me paseo por él a través de las tus palabras.

RosaMaría dijo...

ABEDUGU: Qué alegría tenerte por aquí. Si que es un contrasentido, será la falta decostumbre pero me sentí francamente amenazada por ellas. Seguro que pensaron que era una gran egoísta al no darles más. Beso muy grandote.
NURIA: no suelo asustarme, pero como dije antes me inquietaron bastante, pero no dejé de ver que son palomas y con movimientos bruscos las hubiera podido espantar facilmente, solo que no pude hacerlo.Gracias por venir, un abrazo grande.
PILAR MORENO WALLACE: Me pone orgullosilla lo que me decís. Gracias mil. Un beso allende el mar.

Elena Bravo "Elena de San Telmo" dijo...

La película de Hitchcok se llama "Los pájaros" encontré una buena reseña en este link
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article976.html

Besos

RosaMaría dijo...

Gracias Elena! La vi, varias veces. fue impactante. Hitchcock era un genio, hasta ahora no superado en suspenso logrado sin grandes efectos, solo enfoques muy bien armados.
Un abrazo amiga.

Elena Bravo "Elena de San Telmo" dijo...

Ya lo creo genio el maestro Hichtcock! Pero vos no te quedás atrás con esas palomas perseguidoras!
;)

Oswaldo Aiffil dijo...

Que lindo RosaMaría! Me encantan tus relatos que hacen ver. Un beso enorme!

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