Hace calor este otoño;
él también está desorientado,
como muchas almas que caminan la ciudad.
Duda entre seguir como siempre
o intentar darle un giro a sus vientos y a sus lluvias.
No menguaron las
flores ni los brotes,
el otoño se renueva
bajo otra faceta,
se arriesga y continúa…
se arriesga y continúa…
Está enamorado del verano,
flirtea con él en
un extraño acuerdo
y éste le sigue el juego
desafiando la Naturaleza toda.
Pasean juntos y dan calor y color a los jazmines
que están desorientados
y siguen su ritmo…
Es como la vida misma
Otoño y Verano se han revelado
y van juntos, desafiando a todos.
Otoño y verano se abrazan y abrasan con su calor
a los humanos que siguen andando los caminos
donde las hojas muertas se dejan pisar sin compasión.
Texto: ROSA MARÍA FAVALE MACÍAS
Imágenes tomadas del blog de FRANZISCA