El
9 de Enero de 2015, mi amigo- poeta-bloguero TORO SALVAJE, escribió esta
poesía, casi prosa, haciendo una semblanza de vida que en pocas líneas refleja
fielmente el aislamiento en el que están sumergidas ciertas personas.
Generalmente
leemos poemas románticos, de paisajes, políticos, de protesta, de grandes
pasiones…
Pero
este me pareció fuera de los tópicos acostumbrados.
VIDAS
ANÓNIMAS 4
Lucía
no sale hoy.
No
quiere.
No
tiene ganas.
Y
aunque quisiera
tampoco
saldría.
Está
sola.
Y
no le gusta salir sola.
Ya
no tiene amigas de verdad.
Tiene
sucedáneos
de
amigas
a
las que no aguanta.
Tiene
una hermana
viviendo
en Bélgica
de
la que hace años
no
sabe nada.
Sus
padres
están
internados
en
una residencia.
Y
ella
está
internada
en
una vida
cada
vez más horrorosa.
Nadie
la llama.
Excepto
de vez en cuando
un
par de conocidos
tan
falsos o más que ella
a
los que no le apetece ver.
Una
vez estuvo
a
punto de casarse
pero
no se decidió
porque
el pretendiente
era
poco para ella.
Tiene
mucha ropa.
Tiene
la nevera llena.
Y
tiene dinero en el banco.
Y
tiene también
un
tumor silencioso
que
todavía no se ha manifestado.
Trabaja
en una multinacional
desde
hace muchos años
y
es una de las empleadas
que
parecía
que
iba a llegar a todo
y
se quedó
a
las puertas de nada.
Le
gustan las películas de llorar.
Tiene
bombones para esta noche.
Y
una gran manta.
Y
una botella de anís
como
amable compañía.
También
tiene dos gatas
Con
las que habla cada vez más.
Y
muy a menudo
se
mira
y
se remira
en
el agotado espejo.
Y
por mucho que se autoengañe
la
verdad es insobornable.
Tiene
muchísimas canas
Una
considerable papada
Y un
ejército de varices
en
esas piernas
flacas
y acartonadas
que
la sostienen
desde
hace más
de
cuarenta años
y
que hace tanto
que
no son acariciadas.
Y
últimamente Lucía
después
del anís
ante
el espejo
y
con voz medio ebria
siempre
se pregunta
qué
ha hecho tan mal
para
estar pudriéndose en vida
como
una auténtica desgraciada.