Observo su vuelo desde mi ventana. Vuela de
un lado al otro, errante, blanca, distraída. Picotea y vuela nuevamente hasta
posarse en una rama del sauce llorón que se balancea apenas.
Su
peso es leve, como mi suspiro añorando un parque en otro lugar, en otro
tiempo, en ese parque testigo de juegos,
corridas, rondas infantiles…”Estaba la
paloma blanca sentada en el verde limón..”
Interrumpe mis pensamientos. Ya vuela
nuevamente, ahora la rama del sauce se balancea más por el impulso de la
partida, ella se va y mi pensamiento también.
Me veo en otro
parque donde otro sauce da sombra a la mesa del almuerzo, lejos, cruzando el
mar, con otro clima, otra comida, otras costumbres… Con amigos lejanos… También
hay una paloma blanca balanceándose en la rama de aquel sauce disfrutando el
cielo azul del Norte.
El Norte con
su mar bravío, espléndido, que observaba desde una ventana de otro lugar con
otras costumbres, con otra luna, donde palomas y gaviotas blancas paseaban en
la arena, buscando, huyendo unas y persiguiendo las otras, planeando en vuelos
cortos que al posarse en la arena dejaron en la orilla y en mi corazón sus
inolvidables huellas.
Foto del blog: http://pilarysuscomplices.blogspot.com.ar/2012/04/sauce-lloron-parque-de-la-era-trobajo.html