¿Qué siente esa señora que se hizo mayor? Siente que los cumpleaños entre sus pares son cada vez más reducidos. Cada vez las primas, hermanas, cuñados y amigas de un sexo u otro son menos, algunos por distancia otros por incapacidad para moverse y otros porque nos miran desde las estrellas. Aunque la alegría del encuentro, los mimos y honores son los mismos, los regalos se complican por tallas y porque “tenemos de todo” y porque no podemos comer esto o lo otro. Los perfumes no a todos sientan o gustan y el presupuesto está reducido. El amor reina junto con los recuerdos que algunos no recuerdan y que el más o la más memoriosa avivan para regocijo o extrañeza de los demás. Se saltan los regímenes porque la pastillita ayuda a degustar cosas que diariamente no acostumbramos a comer. Sana y amorosa costumbre la de los cumpleaños, donde se saca la vajilla como antes y donde la torta reina casi siempre con una velita y un número delator y se canta con voz no tan afinada y armoniosa pero con énfasis, para que el próximo sea tan bueno o mejor que éste y recordemos lo que no recordamos hoy, porque la memoria ya recuerda los recuerdos cuando quiere y cuando puede recordar.
La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas...
jueves, 16 de junio de 2022
domingo, 5 de junio de 2022
¿QUÉ SIENTE ESA SEÑORA QUE SE HIZO MAYOR? - - - 4
¿Qué siente
esa señora que se hizo mayor sin darse cuenta? Siente que no cuenta anécdotas
porque todo parece anodino ínfimo y repetido comparado con las anécdotas de
ahora tan estimulantes. No las cuenta porque ya las contó dos veces y no
parecen interesar. Ella podría contar que bailaban en familia, en pareja, con
los grandes, con los chicos. Ahora, en cambio, hay multitudes que se reúnen en
fabulosos recitales. Podría contar que viajó y disfrutó viendo paisajes y
gentes diferentes. Esa señora que se
hizo mayor sin darse cuenta no tiene tiempo para aburrirse, es tanto lo que
hace que no entiende cómo la gente puede aburrirse y por tanto es aburrida.
Ella siempre está rondando por la casa haciendo algo para no aburrirse, porque
no es bueno ser aburrida. No se aburre porque está cultivando sus plantas,
cocinando “algo rico” o haciendo gimnasia, hablando con amigas, leyendo el
periódico o un libro nuevo o releyendo uno viejo, escribiendo en la computadora y en el celular, saludando a los vecinos,
caminando por su barrio y también un poco más lejos... cosa que no cuenta... ¿Qué siente esa señora que se hizo mayor sin darse cuanta? ¿Quieren que les cuente? Pues esa
señora lo escribe porque para los demás no cuenta lo que cuenta.
NO SABÍA COMO TITULAR ESTA ENTRADA!!
Creo que me dio nostalgia, es decir hace rato que me da ganitas de volver. Pocas novedades, nada de viajes por ahora, poco andar con l...
