¿Qué siente esa señora que se hizo mayor sin darse cuenta? Piensa que la vida es cambio y sigue cambiando. Su nieta Rocío comenzó la mudanza, se hizo mayor la niña y va a emprender su andadura sola. Muy entusiasmada con su departamento, desecha lo antiguo, renueva algunas cosas. Así debe ser, felicidad total por ella que se anima a volar. Cajas y más cajas por días, que hacen que esa señora que se hizo mayor sin darse cuenta, colabore, sonría, aliente, sugiera, compre o done algunos elementos para el mini ambiente tratando de no invadir, de acompañar y no demostrar que su corazón salta de alegría pero también de cierto temor que trata de desechar. Esa señora que se hizo mayor sin darse cuenta recuerda su momento de independencia y sonríe. Independencia, libertad, inquietud, proyectos, a veces sinsabores, pero al fin enfrentando la vida y entrando en una adultez responsable, que a pesar de las responsabilidades, nunca es suficiente porque la responsabilidad es un camino interminable de variopintas responsabilidades que aunque seamos responsables, nunca llegan a hacernos absolutamente responsables.
La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas...
martes, 16 de agosto de 2022
lunes, 1 de agosto de 2022
¿QUÉ SIENTE ESA SEÑORA QUE SE HIZO MAYOR? ...8
¿Qué siente esa
señora que se hizo mayor sin darse cuenta? Salió del cascarón y anotó en su
agenda: Cambiar la rutina. Mala consejera es la rutina y en el invierno se hace
más rutinaria. La señora mayor no pide perdón por las repeticiones porque
explican mejor lo que siente. Muchos días de niebla persistente nieblan las
ganas. Muchos días de cien por cien de humedad crean cortocircuitos en las
neuronas. Muchos días de llovizna molesta dejan los pisos pegajosos y
resbaladizos. Son muchos días de
acumular ropa porque no se seca y esa señora que se hizo mayor sin darse cuenta,
no lava pero se da cuenta de lo útil que sería tener un secarropas. Pero como
todo pasa y la vida es pasar, hoy salió el sol, la lavadora la acompañó con
sus movimientos casi toda la mañana. Volvió a leer la agenda con su sabio
consejo: Cambiar la rutina. Y dejó de mirar programas de televisión anodinos y
truculentos. Que mirar por mirar es como enterrarse antes de tiempo en una
tumba imaginaria, así que no se tumba más en la cama porque dejó de ser una
tumba con el firme propósito de no tumbarse más.
NO SABÍA COMO TITULAR ESTA ENTRADA!!
Creo que me dio nostalgia, es decir hace rato que me da ganitas de volver. Pocas novedades, nada de viajes por ahora, poco andar con l...
