¿Otra vez me vas a dar con esa cuchara?
Mi pobre freezer se desprende del hielo cuando me das con esa madera cóncava sin desenchufarme ni descongelarme... Menos mal que mi sistema de refrigeración es “no frost”, si no, también lo martirizarías.
Los inquilinos anteriores no me daban tanto la lata pero estaba hasta arriba de escarcha cubriendo las cubiteras. Claro que no ponían nada, y que tampoco las cambiaron como vos. Fue un buen regalo al conocernos, todo un detalle pues las otras cubiteras estaban rotas se caía todo el líquido y mi compresor trabajaba un poco forzado...
Podríamos decir que regulaste mi corazón con eso... y con cambiarme de lugar...
¡Uff. ! ¡Cuánto calor me daba estar al lado de la cocina. ! Tenía que trabajar a toda marcha y transpirando constantemente. Ahora por suerte no. Según me pareció escucharte no es lo más estético, pero es cierto que estoy más cómoda entre las dos ventanas que dan al patio de luz. Y tenías razón; ahora ventilo mejor.
Eso sí. Sos un poco extraña... ¡Qué ocurrencia poner los envases de yogur vacíos y apilados en mi freezer! Lo entendí un poco el día que sacaste varios y volvieron llenos de caldo unos y con salsa bolognesa otros bien cubiertos con plástico transparente.
Fue original tenerlos en fila. Los congelé rápido. Sabés que soy eficiente. Luego les diste alineación definitiva unos sobre otros... ¡Divertida mi nueva dueña!
¡Jajaja..! ¿Y cuando guardás el café, la sal, el aceite usado, algunas cremas para la cara, en inclusive las gotas de los ojos, las lentillas y hasta el líquido para limpiarlas en mi refrigerador... ? ¡Es el summun...!
Tus amigas lo repiten con asombro: ¿La sal en la heladera? ¿ El café aquí?... y yo aprendo los nombres de todo. ¡Por algo soy una heladera de 4 estrellas!.
Tengo categoría R- 134 y te escuché decir que ahora ya me reemplaza la R-600 que es lo mejor hasta hoy. Pero te aseguro que yo también soy ecológica así que ni se te ocurra separarme de vos. Siento que formamos un buen equipo.
El otro día me encantó que guardaras eso que llamaste ensalada de frutas. El cristal dejaba ver los colores y no era tan rutinario como el cartón de leche o las latas de gaseosa o cerveza. Ya no me sentí tan ST como cuando salí de fábrica, tenía yo un cierto complejo por no ser T. Dicen que es mejor ser Tropical que Subtropical. Pues me gané el título de ST con ese colorido que además olía bien...
Solo lamento no serlo cuando mi enemigo el horno, eleva la temperatura ambiente a más de 35º. Ahí sí que sudo y mi compresor trabaja forzándose. Aunque en esos casos ni las Tropicales estarían cómodas soportando más de 43º C, sin perder los valores internos de frío. Pero dejemos los tecnicismos y hablemos de nuestra interacción.
Ese pote con levadura de cerveza en polvo que se cayó el otro día...,¿para qué lo usás? Sos un poco rara...Pero estuve encantada de enfriar los flancitos que pusiste. Estaban relucientes con el Dulce de leche que guardás en mi puerta. Lo que no entiendo es cómo le diste esa forma acanalada (al dulce) porque siempre te veo meter el dedo en el frasco y llevártelo a la puerta que abrís en tu cara, es decir eso que llamás boca y que se mueve haciendo extraños ruidos cuando decís: “ Se me hace agua la boca” y el dedo sale pero el dulce no...
También les pusiste un gracioso copete de crema que tenía yo enfriando y a la que le diste con un elemento rápido después de ponerle un polvo blanco que la espesó, ahí fue cuando me di cuenta que la forma acanalada se la diste con eso que buscabas diciendo: “Dónde estará la manga...” “Donde estará la manga...”
Pues nada... Podría decir muchas cosas de vos. Unas de las que no me gustan es que pongas las cosas calientes. Menos mal que son pocas veces..., porque mi pobre compresor tiene que ir a toda marcha... ¿No te das cuenta que forzás mi corazón?
Y esa media cebolla envuelta en plástico que pusiste en el cajón de las verduras... ¡olía fatal envuelta y todo..! ¡Qué manía la tuya! ¿No podrías usarla entera?
Uff..! Y todo lo que ponés arriba mío... Aunque a eso estoy resignada... La balancita que va y viene a la mesa, las latas que después ubicás en la alacena, esa maceta inestable, ¿porqué no la dejás al sol y listo?.
A veces tengo ganas de estornudar para quitármelas de encima. Al igual que el sol de cerámica, la bruja con su escoba, el pez azul que sostiene papelitos escritos, las frutas que no huelen, el pequeño almanaque, todo eso adherido a mi puerta. Lástima que no pueda hacerlo, pues ni bien las acercaste, se pegaron como por arte de magia.
Eso no es justo. Mi pintura es blanca, lisa, brillante... Ya viste lo hermosa que soy cuando sacás todas esas porquerías y me limpiás. Quedo reluciente... Como nueva..., y respiro...
Lástima mis manijas; y no repitas que no soy de buena calidad! Vos me tratás bien. ¡Pero vieras los anteriores..! A propósito, ese pegamento no es fuerte, intentá con el otro, ese pequeñito que guardás al lado de los huevos.., voy a tratar de pegar mejor.
Pese a todo te agradezco que me cuides tan bien...
Otra cosa... cuando cerrás mi puerta con la parte de atrás, esa redondita que tenés abajo... al darte vuelta del otro lado, cuando no se te ve la cara, es suave, pero me gusta más cuando me cerrás con la mano.
¡Ah.., si me pudieras oír..! ¡Te aseguro desde lo más profundo de mis anaqueles que nos llevaríamos mucho mejor de lo que nos hemos llevado hasta ahora.!
La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas...
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Aquí les dejo la receta de esta mermelada, algo ácida y dulce, como mi despedida de este y el otro blog. Es momento de descanso y re...
8 comentarios:
Querida Rosa María vengo a pedirte un favor entra a mi blog yo ama de casa ,allí hay un post acerca de un muchacho que se ha accidentado,como lo he visto muy deprimido se me ocurrió que cuando le den de alta le mostraré ese post,para animarlo,haré que vea cuantas poersonas buenas se interesaron por el,desde ya muchas gracias,que tengas un bonito fin de semana,cariños Isol.
ROSA
Que bonito reparar en el corazon de las cosas cotidianas que nos acompañan dia a dia. Que sin ellos nuestra vida no seria tan facil.Besitos de mi parte a tu heladera.
Para ti molts de petonets tendres.
Rosa María, ha sido un descubrimiento feliz encontrarte. Me ha encantado tu forma de narrar, especialmente la manera de entremezclar lo culinario con las ideas y los sentimientos. Te prometo que volverá más veces por tu espacio.
Un abrazo fuerte
Es buenisimo el sentir transportado a nuestros enseres cotidianos, cuan ciertas tus palabras.
Cariños
vaya que si tenia mucho que decir...
Desde hoy cuidare mucho mejor de mi heladera Rosa Maria, lo prometo! Que ternura de relato, precioso!!!!!
Hola Rosa María: Gracias por entrar a mi blog y dejarme comentarios tan afectuosos. Otras veces el link no había funcionado por lo que no te sabía bloggera. Me encantó este texto que tiene una mirada especial hacia un onjeto cotidiano. Un abrazo y s volvés al pago me encantará conocerte. Cati
A TODOS: Di de baja internet en Coruña en abril, embalé, viajé en Junio y luego... a esperar. Así que ahora contesto. Gracias
ISOL: Releo mis blogs atrasados, ya sabes que estuve de mudanza internacional y se me complicó todo, así que hace 2 meses que tengo internet en casa y de ahí el retraso. Espero que tu amigo el del accidente esté recuperado, me gustaría saber de él. Besos
MARTONA: me alegro que mi relato haya sevido para reparar en lo que nos rodea, que por supuesto también toma un poco de nuestra esencia.
R.REQUEREY: Ahora que estoy de vuelta espero tu visita, gracias por venir y dejar tu comentario.
ABUELACIBER: Verdad que a veces no pensamos en la utilidad de las cosas, en cómo se complementan con nosotros "los usuarios"?
DIGLER: pues hubiera podido decir más... pero para un relato corto, suficiente.
CATICOBAS: gracias por tu comentario. Si ya estoy aquí y tuve la fortuna de encontrarme con Mirian en noviembre, pues vino a ver a su mamá. Me encantaría que nos viéramos, decime como.
Besos
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