Inspirado en el refrán que dice: “Bueno es el sastre que reconoce el paño”
- No sé porqué me tienen que tocar estos trabajos a mi. Todo por esas propagandas que ponen por la tele y lo que es peor, es que voy a terminar en la basura y lleno de mierda y pis -
Así se quejaba Don Pañal en el pequeño rincón de la cocina. El televisor volvió a repetir sus recomendaciones: - Use pañales Popó descartables… En todos los tamaños… para niños y mayores. No escapará nada de lo que contenga. Fáciles de usar y con ajuste perfecto -
La imagen mostraba como cambiaban el pañal sucio que en un certero enceste volaba hacia el cubo de la basura - ¿Y entonces yo, que me achicharro todos los días con aceite hirviendo? - dijo una voz que venía de la mesada Don Pañal no había visto nunca ese artefacto y le preguntó:
- ¿Y vos quién sos? –
- Soy Fritanga, la sartén… - respondió con orgullo.
- ¿Y qué hacés? –
- No es lo que hago lo que me molesta, sino que todo se hace con aceite hirviendo y ya estoy cansada de achicharrarme –
-¿Pero también te ponen caca y pis?
- ¡Nooo! - dijo la sartén haciendo ver que su función era más importante. - Yo preparo la comida… Papas fritas, tortillas, pescados, milanesas, huevos fritos, croquetas, y muchas cosas más que come la gente. Mirá… ¿Ves? Eso es lo que hago… -
Don Pañal miró al televisor que mostraba una sartén reluciente sobre la potente llama del gas mientras un señor con gorro blanco y alto vertía un líquido verdoso en ella diciendo:
-“Olivol… el aceite de más calidad para todo tipo de fritos. Olivol… el aceite que no debe faltar en su cocina”- y mientras ponía papas cortadas en bastones en él, señalaba con un dedo una marca que ni Popó ni Fritanga sabían leer.
Llegó la dueña de casa con su niño en brazos así que los dos callaron, cada uno conciente de lo que tenía que hacer. Resignadamente don Pañal fue a parar al cambiador que había en la mesa. La mamá quitó el sucio, lavó el culito, le puso talco y se cumplió el destino: ya estaba Popó debajo de esa piel tan suave y oliendo ese rico perfume que pronto se transformaría en un olor diferente.
-¡Qué bonito que está mi bebeeé! ¡Ahora a comer! – dijo la mamá sentándose para dar de comer al pequeño que ubicó en una silla más alta.
Hoy le tocaba puré de zanahorias con zapallo, huevo duro picado e hígado rallado. Comía muy bien, y también tomaba un poco de jugo de naranja.
La sartén, boca abajo, pensaba en cuánta razón había tenido Popó en quejarse, ¡por lo menos ella seguía allí, acompañando a la familia!
Bebéee como lo llamaba la mamá terminó de comer y quedó en su silla golpeando con la cuchara en la mesa. La señora sacó las milanesas de la heladera.
Esta heladera era igual a la que don televisor mostraba todos los días como la mejor del mercado y a la que llamaba Friona con sistema Nofrost…
Fritanga siempre pensó que esto no era un mercado, que era una casa, pero como la tele dice cosas raras, no le hacía caso.
Llegó el papá. El nene se reía y hacía ruidos con la boca y con otra parte.
Doña Sartén todavía no había recibido el baño de aceite.
La mamá la puso sobre la hornalla, pero no la encendió, porque el marido le dijo:
- Me parece que se hizo caca –
- ¡Seguro! – dijo la mamá – ¡Recién comió…!
Otra vez el cambiador y otro pañal de la pila que había en el mueble. La tarea fue la misma, limpiar, entalcar y pañal limpio.
Popó fue al cubo de la basura sin tiempo a quejarse.
-¡Adiós amigo! – Dijo Fritanga bajito para que no la oyeran.
- Asccc… - Escuchó apenas la respuesta del pañal Popó…
Entonces el papá le dio a su señora una caja que ésta abrió con curiosidad. Ella le dio unos besos de esos que se dan los mayores cuando están contentos y sacó de la caja… ¡Tres sartenes de distinto tamaño..! ¡Cómo brillaban! ¡Y además traían tapas de cristal..!
El señor se acercó a doña Sartén diciendo:
-¡No quiero ver más esto! – y agarrándola por el mango la puso en el cubo de la basura, junto al pañal que olía a rayos.
- Bueno, parece que nos vamos juntos de esta casa - dijo Popó
- Puajjj… Fue lo único que pudo contestar Fritanga que no podía hablar, sacaba el mango afuera del tacho tratando de respirar aire puro, aunque se consolaba pensando que hoy no tendría que aguantar el calor del gas ni el aceite burbujeando en su viejo cuerpo.
Esa noche viajaron juntos Popó y Fritanga hacia rumbo desconocido. Él acostumbrado a los olores y ella sin saber si dejar el mango afuera o adentro puesto que en ese lugar todo era oscuro y maloliente.
¡Buen viaje amigos!
La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas...
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12 comentarios:
Qué significativo y aleccionador relato, Rosa María.Simple y didáctico.
Felicitaciones.
Un diálogo imposible que tú has hecho realidad. ¡Bravo!
JAJAJAJAJJAJAA y se fueron bien acompañaditos los dos. Eres única para engancharnos a tus relatos Rosa María.
Besitos!
ESTEBAN LOB: Gracias Esteban. Un abrazo gradote.
FRANCISCO ESPADA: El calor me hizo delirar un poco. Beso.
LA GATA COQUETA: Tu visita llena de dulzura mi blog. Gracias. Abrazo.
FUGAZ: Cuánto me alegra que te hayas divertido! Besos grandotes
Parece que ambos tenían un final bastante triste, pero se marcharon habiendo cumplido ambos la misión para lo que habían sido creados.
Buen día.
Hola Rosa Maria. He reido con este relato. Gracias
Besos
que bueno ,ja,ja,ja...creo que me dan penita en el fondo...jo me estoy pasando a los pañales de tela, que no se usan y tioran...besos y gracias por tus comentarios.
Pasa un grato fin de semana…
Envolviendo sentimientos
en suaves telas de terciopelo
para elevarlos al universo
entre nubes de caramelo.
Un beso al viento
María del Carmen
Buen relato Mi Rosa María! Te dejo un besazo de mazapán! TQM!
LEODEGUNDIA: pues si, hasta los elementos que usamos diariamente tienen que cumplir su misión en esta andadura por la vida. Besos y gracias.
JOSEFA: gracias amiga, me alegra que te hiciera sonreir. Beso grandote.
MARYRIAM ROSELLO: gracias por pasarte, realmente dan más trabajo los pañales "lavables" pero los culitos lo agradecen. Besos.
LAGATACOQUETA: Fue un fin de semana lluvioso pero agradable, espero que tu lo pasaras bien y te deseo lo mismo para el que llega... y así se suceden los días. Beso.
OSWALDO AIFFIL: Qué grato verte por aquí. Gracias y abrazo cálido. Yo también TQM.
LA GATA COQUETA: Otra vez tus palabras alegran el día, justo el 29 fue el cumple de mi niña así que lo he pasado de diez. Besos.
Buen relato y aleccionador porque todo es importante y cada uno en lo suyo, pero las cosas son lo que son y nada es eterno.Saludos de A.Dulac
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