Río Piloña a su paso por Infiesto
La pequeña Iglesia del pueblo despierta.
El tañido de la vieja campana convoca a la ceremonia. Frente al humeante tazón de café con leche,
recreo sabores olores y sonidos.
Todo es
perfecto en mi casa materna. Serenidad. Luz. Todo en ella respira afecto y
recuerdos. La voz
de mi hermana interrumpe mis pensamientos:
- Gonzalo, no iré a la ceremonia. - Quiero
tener la fabada a punto... - Cuántos vinieron contigo?
- Solo tres Florinda...No te preocupes por
ellos, son muy sencillos. Contesto
masticando con deleite el pan y la mermelada caseros...
- No tenían por qué quedarse en el hotel.
Aquí sobra espacio.
Miro alrededor. La vieja casa de la aldea remodelada
ha cambiado notablemente. Estoy orgulloso de haber podido contribuir.
- ¿Te gusta verdad? Era el sueño de mamá... ¡Cómo pasa el tiempo!
Ahora solo falta que te cases y pienses si quieres venir a vivir o a pasar las
vacaciones por aquí.
- Ahora soy un errabundo, Florinda. Tuve
que hacer trueques con otros cámaras para que me tocara Asturias. Ayer nomás
estaba en Salamanca, y luego de aquí aprovechamos para cubrir la nota en la
costa Francesa sobre las consecuencias del hundimiento del Prestige.
- En el pueblo estamos encantados de que
seas tú quien haga la nota.
- Dame un beso Florinda... Digo
abrazándola fuerte.
Es grato sentir su abrazo. Caminamos así
hasta el coche. Ya en él, un último vistazo al hogar paterno. Reconforta volver
a las fuentes de vez en cuando. Uno recarga pilas.
- ¡Hazme un rico arroz con leche! -grito
como un niño, despidiéndome. Me quedo con la imagen de su dulce saludo, brazo
en alto.
Voy bajando caminos. El paisaje montañoso
agolpa recuerdos de excursiones, de escapadas sin permiso, de rasguños
coleccionados en intrépidas aventuras con mis amigos... Evoco las romerías del
ocho de setiembre. El Descenso de Piraguas por las aguas del río Piloña en el mes de abril... El santuario de la
Virgen de la Cueva a orilla del Río Mon.
Diviso el viejo puente de dos arcos donde
pasa el río Piloña. Evoco cantares “Si cuando mires pa Infiestu ves borrín en
Miravete, tira la fesoria y vete” (*)
Vuelvo a concentrarme en el camino. Mis
ayudantes ya estarán esperando. Infiesto bulle de alegría. Campanas y bombas
anuncian el comienzo de la fiesta. El día promete sol. Eso ya es buen augurio
en estas tierras.
- Aquí todo listo, cuando quieras
empezamos.... -Dice Julián recibiéndome entre un lío de cables. Beatriz quita
el brillo de mi cara con la ternura de siempre… Genaro me da la entrada y
comienzo enfocando al público.
- Señoras...señores... Es un orgullo y un
gusto estar con ustedes en transmisión directa desde Asturias. Infiesto espera la llegada del nuevo párroco
del lugar. Estarán aquí para recibirlo, el Sr. Alcalde y su mujer, miembros de
la Parroquia y otras autoridades de la comarca y sus alrededores.
-Señor..., ¿podría decir unas palabras al
respecto? Pregunto acercando el
micrófono.
-Yo… pienso... que después de cinco años
sin párroco...estamos contentos...
- Opino que podrían haberlo hecho
antes.... -Acota otro-
Vuelvo a retomar el hilo:
- Como ven señores, la gente espera impaciente
al nuevo cura.... ¡Hay mucha alegría! Enfoco hacia la Iglesia y digo:
-Este es el frente de la Iglesia de Santa
Teresa. Los invito para que el día catorce de octubre asistan ustedes al
festival de la avellana. El que prefiera el paisaje natural no deje de visitar
la cuenca del Piloña, un río limpio y cantarín que atraviesa el concejo y lo
llena de su poesía fluvial....
Enfoco a la gente del lugar. Las mujeres
visten sus mejores galas. Llegan presurosas y parlanchinas aplacando el
entusiasmo de sus hijos con alegres recriminaciones. Los hombres de la comarca,
más afeitados y atildados que para otros oficios, estacionan los relucientes
coches. Enfoco parejas arrullándose como en un tácito vals interior. Algunos
niños llenos de curiosidad se asoman a la puerta de la Iglesia, ríen y saltan
yendo y viniendo para comunicar que en el interior no hay nada más que flores.
La pequeña banda anuncia la llegada de
autoridades.
- Aquí llegan el Sr. Alcalde y su mujer. - (Demasiado enjoyada, pienso).
Se dirigen hacia el palco junto a la
comisión de fiestas. Manos, vítores y aplausos los acompañan. Giro la cámara
hacia la derecha, la banda del lugar ataca con las marchas de siempre. La gente
aplaude la interpretación. Trombones, trompas y trompetas reflejan colores y
deforman las figuras. Despliego toda mi estrategia para que la filmación salga
al aire sin los reflejos que produce el sol.
Hago un rápido enfoque de la angosta calle
por donde vendrá el coche y su comitiva. A un lado los puestos de los
vendedores de engarzando con presteza su mercancía. Los churros bailan en el
humeante aceite. Su tentador olor se entremezcla con la carne de la parrilla
vecina y el inconfundible aroma a fabada de la carpa de enfrente. Los quesos de
mi región se exponen tentadores. Aquí es inevitable el comentario, detengo la
cámara sobre los productos lácteos:
- Si se acercan a Asturias también podrán
degustar la mejor leche del país y por supuesto sus derivados. Es más, pueden
asistir al Festival de la Industrialización de la leche de Infiesto.
Mi entusiasmo por los productos de la
tierra se nota. Enfoco con mi cámara los puestos donde principalmente se
escancia la deliciosa sidra. Es un arte verlos servir el producto típico, desde
lo alto sin derramar una gota…También los diferentes vinos y cervezas. Aunque
todavía son pocos los que se atreven a beber antes del acto y la
asistencia a misa.
Retraigo el zoom de la cámara y enfoco al
palco; todos se envaran y ponen cara de ceremonia, la gente se ríe y los niños
hacen piruetas tratando de entrar en foco. Interrumpo la grabación. No faltan
detractores en las distintas fracciones políticas, se nota...
El jefe de ceremonias controla a los
monaguillos. Las señoras de la parroquia reparten hojas con los cánticos del
día y canastitas con pétalos de flores blancos. El coro de jóvenes se sitúa a
la izquierda del palco. El profesor es nuevo, no lo conozco no parece de la
zona. Sus dedos poco entrenados apenas
si rasguean la guitarra ensayando el acompañamiento. Hacia el costado, hay un
grupo de danzas con los coloridos trajes típicos de la región que se ha sumado
al conjunto.
La orquesta comienza con nuevos bríos, los
tamboriles redoblan la llegada. Enciendo la cámara. Los niños dan brincos
compitiendo para ser los primeros en ver al oficiante. Cae una lluvia de
pétalos blancos a su paso. La gente bullanguera y curiosa multiplica sus
demostraciones de alegría. Enfoco firme las oscuras ventanillas del lujoso
coche que gira levemente y se detiene cerca de la escalerilla del palco.
- Señores: ¡Después de tantos años
esperando… tenemos nuevo párroco...!
Bajan cuatro eclesiásticos. Raro, en mis
tiempos solo asistía el vicario. Suben
al palco de honor colocándose dos a cada extremo de las autoridades. La seda y el dorado de su
ropa relucen al sol. El Alcalde y su señora los saludan. Ellos mantienen las manos bajo la elegante
casulla bordada y responden con un sobrio movimiento de cabeza.
El chofer abre la otra puerta del coche. No
pierdo detalle estoy ansioso por verlo. Sólo veo la espalda del cura.
- Mi cámara no lo capta...!
- Ahora sí...!
- Señoras, señores: Aquí está…! ¡Ha llegado el nuevo cura...!
Registro todas las acciones, Julio trata
de seguir mis movimientos sosteniendo los cables de la cámara y el micrófono
hábilmente.
El
nuevo cura sube y se sitúa a la izquierda del Alcalde. Nuevos saludos. La
respuesta en el palco es sobria y parca. La gente aplaude entusiasmada. Es un estallido de
júbilo y color. Hay más pétalos blancos en el aire. Las campanas tañen y el
coro comienza su cántico... Infiesto vibra de emoción:
- ¡Aleluya!... ¡Aleluya… !..
Aleeluuuuyaaa!
El guitarrista mira hacia el coro, luego
hacia el palco y luego curiosamente mira hacia la limusina aparcada a pocos
metros.
El Alcalde con amplia sonrisa abre los
brazos pidiendo silencio.
Es entonces cuando por reflejo, miro y
enfoco la cámara hacia el coche justo en el momento que el chofer en rápido
movimiento se inclina, saca un revólver y dispara...
Los
brazos del Alcalde caen al tiempo que se desploma sobre su mujer. Recojo
rápidamente la imagen. Todo es tan rápido que solo sigo la acción azorado
actuando por reflejo al tiempo que exclamo:
- !Han herido al Alcalde! ¡Han
herido al Alcalde!
Tiro
del cable para correr. Cojo la cámara con energía. Julio me sigue, Genaro tras nosotros. Imágenes y
sonidos salen al aire en directo...
Llego casi hasta el coche y giro hacia el
palco. Es entonces cuando los eclesiásticos sacan sus manos de las casullas. Están
armados disparan a los del palco. Solo grabo no emito sonidos, solo salen los
sonidos del ambiente…
- ¡Cuidado! ¡Están armados! ¡Corre! ¡Levanta al niño!
Por el objetivo veo como el nuevo cura
salta la barandilla y con gran energía se dirige hacia el grupo de madres y sus
hijos llevándolos resueltamente hacia la Iglesia.
Sigo enfocando a los falsos eclesiásticos
hasta que suben a la limousine. Estoy cerca. El guitarrista ya está frente a
ella apunta y dispara a la frente del conductor que cae hacia un costado.
Explico todo, grabo, grito:
-¡Señores, vean las imágenes...! ...esto
es un horror! ...transmitiendo en riguroso directo para ustedes...! Desde Infiesto..! ¡Desde Asturias... ¡Una
vez más la barbarie señores!...
Desplazo rápido la cámara. Estoy sin
aliento, mi garganta está muda. El pueblo está sobrecogido. Hay gente que corre
calle abajo.... Otros están en el piso... En el palco todo es desorden, hay
médicos, camilleros… Flash fotográficos. Llanto. Gritos. Músicos auxiliando a
los heridos. Los teléfonos móviles, informando y pidiendo auxilio…
Sigo grabando, jadeando por la carrera y la excitación
interior, corro de a un lado a otro. Enfoco a la alcaldesa que llora y grita mirando
horrorizada sus manos y su pecho cubiertos de sangre.
Desplazo la cámara asombrado, cinco
componentes de la banda se acercan en abanico...!
-¡Los trompetistas intercambian disparos
con los representantes de Dios!
La frase me parece estúpida, me siento
ridículo. Eso tengo que borrarlo...
- Cable, dame cable...! - le pido a Julián
que está retrasado.
Cuando vuelvo a la acción veo a los falsos
curas caer, uno se gira hacia mí, enfoco su cara… El instante es breve, nuestras miradas se
encuentran. Es frío, duro... yo lo siento. Él apunta. Mantengo el ojo de la cámara fijo, tengo que grabar su
imagen. Dispara. Algo golpea mi
estómago....
La cámara oscila sin dejar de mirarlo.
Siento un horrible calor en la pierna... No me puedo sostener.... Mi cara
siente la suavidad de los pétalos ahora rojos... Huelo el olor de mi tierra. Sujeto bien la cámara.... Florinda ya estará poniendo la mesa. El
tiroteo sigue...Qué bueno es ver mis montañas.... el objetivo está sucio. Llega Beatriz corriendo
agazapada. Me limpia la cara su ternura es pánico y llanto. Cojo la cámara que
se quiere deslizar de mis manos...
- No me limpies a mí...! Limpia el
objetivo ...... Bien... No llores....
..... Muy bueno... Limpia…
Limpia.... (este comentario no puede salir al aire, lo tengo que quitar- Señoras .... Señores....
¡Disculpen las imágenes borrosas...!
-Me duele
Bety!... Verás que maja es Florinda... Te querrá tanto como yo.}
Florinda sigue con la mano en alto......
Beatriz con la mano en mi estómago...
- Dénme sonido.... no escucho...!
Genarooo.... ¡No cortes! ¡Enciendan la cámara! Enciendan... la... cá..ma..ra...!
Rosa
Favale
30-1-2003
(*)
Lengua o variedad del Asturiano.
Infiestu: Infiesto, localidad de Asturias.
Miravete: declive en Cordillera al sureste de Villaviciosa, Asturias, España.
Borrín: niebla
Fesoria: Azada
12 comentarios:
Un relato trepidante.
Me sorprendió... no esperaba ni los disparos ni obviamente los autores.
En cierta manera me recordó a lo que le pasó a José Couso en Irak:
https://elpais.com/internacional/2003/04/08/actualidad/1049752804_850215.html
Besos.
TORO SALVAJE: Si... recuerdo el triste episodio. Me alegra que te haya sorprendido. Gracias amigo. Beso grandote
¡Holaa, Rosa-María!
Has escrito un largo relato, vestido con algo de todo, enfocando con tu cámara todo lo que ven tus ojo e imaginan tus sentimientos.
Un texto que abraza la nostalgia, y también la alegría de saber que llega un nuevo cura para celebrar la fiesta, si he entendido bien porque a veces nos equivocamos. A mí me pasa algunas veces con algunas lecturas, lo reconozco...
En este relato hablas de Asturias, y otros rincones de España, si no me equivoco tú eres Argentina... Acaso tienes familia en esta bendita parte del mundo? 💞😘. Me alegraría mucho saberlo, yo tengo por ahí primos que ya serán muy mayores como yo.
Te dejo un abrazo y mi inmensa gratitud por tu huella y también me estimas siempre.
Que la vida te sonría y que seas muy feliz tanto como para mi deseo, amiga.
MARINA FILGUEIRA: estuve en Asturias trabajando un fin de semana largo y aproveché para interiorizarme de sus costumbres. Me fascinó. El relato es duro, no lo había publicado por eso, pero vencí el temor a la crítica y lo publiqué ahora pues es una gran fantasía. Gracias por venir, retribuyo tus deseos, especialmente de salud y bienestar para ti y tu familia. Gracias
Precioso relato, muy bien escrito ^^
Cuantas cosas así pasaron en aquellos negros años de ETA...
SENIOR CITIZEN: sí seguramente mi inspiración en esos momentos fue influenciada por esos dolorosos momentos de España. Gracias por tu visita, un abrazo grande. Salud y alegrías para ti y los tuyos.
desde que se enciende la camara la sucesión de inesperados acontecimentos ponen la visita del nuevo parroco vueltas arriba por la entrada del relato...minucioso del entorno su paiasaje personajes el rio Piloña y la bella localización de Infiesto ...me gustó mucho Rosa Maria pues no das tregua de principio a fin... ,por lo que me toca de asturiano mi tierra un bello y emotivo escrito...mi enhorabuena, saludos ,un fuerte abrazo y feliz semana Rosa Maria. jr.
MALINDHA ERBA; gracias por tu visita y tus conceptos. Un gusto leerte. Abrazo Grandote
JOSE RAMÓN SANTANA VAZQUEZ:Es que lo pasé tan bien en tu tierra. Además cocinan tan rico y suculento! Gracias por tu comentario. Un abrazo grandote. Un gusto leerte
Muy entretenido, Rosa María. Además con el asturiano, le da un punto, sí señor.
Un beso Y que pases un buen domingo :)
GUMER PAZ: Gracias por tu visita y tu comentario. Retribuyo tu beso
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