martes, 28 de julio de 2009

UNA BIBLIOTECA ES UN PARAÍSO CON LIBROS

Tal vez si Adán y Eva se hubieran conocido bajo una biblioteca otro hubiera sido su destino…
Aunque podría haber sido igual, según el libro elegido, la historia leída, lo sugerente de las imágenes.
Divago al respecto sin tener en cuenta la evolución del Ser Humano, del idioma, de los signos o dibujos.
Tal vez ella le hubiera tirado el más grande por la cabeza cuando él protestaba porque no estaba lista la comida.

Biblioteca del Congreso de la Nación

O quizás se hubiera sonrojado cuando él le mostrara el del arte de amar, aunque, muy femenina, la curiosidad hizo que se plegara a tan tentador requerimiento…
Tal vez no entendían ni jota de lo que allí decía, por eso al ver la ilustración del paraíso, se sorprendieron y ella simplemente hizo lo que vio… ofrecerle la manzana ya que no sabía leer.


Por lo tanto hago hincapié en que hay que estudiar, leer y si es posible saber latín o griego, no se puede ir a la biblioteca sin saber, pues las láminas se pueden interpretar desde varios puntos de vista.
A mí me inspiró ir a la biblioteca, miré a mi alrededor e hice esta breve poesía que tal vez pueda borrar la mala impresión de mis divagues.


De lo que estoy segura es que sí:

UNA BIBLIOTECA ES UN PARAÍSO CON LIBROS
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BIBLIOTECA

En el silencio multiparlante de los libros,
se inicia una conversación muda.
El lector, inmóvil en el sillón, se mueve
por montañas por valles y por mares.
La mágica palabra lo acompaña,
y sin decirle nada, dice todo.
Biblioteca: referencia de autor, número, clave,
intimidad, silencio y mil palabras.

martes, 7 de julio de 2009

EL CIRIO ROJO

La escena en el salón parecía fantasmagórica. Algunos pacientes vestidos con batas blancas caminaban arrastrando sus pies. Calzados con grandes pantuflas, se deslizaban cerca de la pared donde sus alargadas sombras se desfiguraban sobre la pintura blanca del salón. Eran sólo seis. Los demás dormían en sus dormitorios bajo el efecto de las medicinas, de sus propios demonios, de su agotador desvarío.
El personal del hospital recibió el apagón con lúgubre humor. El generador se había estropeado el día anterior, por lo que ya estaban cancelados los tratamientos de shock y operaciones. Y ahora se sumaba este corte de luz producido por las tormentas que arreciaban sobre las afueras de la ciudad.
Parecía imposible que sólo hubieran puesto una vela. Traída de la capilla, alta y ancha, mágicamente rosa, esparcía una llama alargada, que a veces mecía las sombras acunando a los enfermos que se aquietaban con su vaivén y otras se estiraba afinándose y picoteando hacia lo alto del amplio salón, enervando los ánimos de aquellos.
El psicólogo estaba sentado en un rincón con las manos en los bolsillos. El efecto de luz y sombra hacía que su largo cuello y su cabeza calva, sobresalieran exageradamente del delantal, su nariz afinada, larga y curva completaba el perfil.
Conversaba con Fantel, el enfermero de turno, de complexión fuerte, maciza. Sus labios gruesos se extendían hacia adelante al hablar y sus manos gordas y toscas, tenían un cierto parecido a la forma de sus pies calzados con zapatos anchos, redondeados exageradamente en la punta.
Dina estaba cerca de ellos. Siempre que los miraba emitía esa risa aguda y estridente, que yo no oía desde mi puesto de observación, pero que conocía tan bien. Sus dientes finos y alargados brillaban bajo el efecto de la luz mortecina. El médico, siempre con el mismo gesto interrogante en la cara, la miraba indiferente. En cambio Fantel tenía las pupilas dilatadas por el deseo que su risa le provocaba, y por el acomodamiento a la escasa luz...
Simodo, el de la habitación veinte, con su giba deformante, replegó sus cortos brazos y piernas y se tiró en el piso, quedó encogido sobre sí mismo cerca del médico, como buscando instintivo refugio a su temor, ya que Fantel siempre lo acosaba asustándolo con su poderoso cuerpo y abusando de su jerarquía.
Leo, el nuevo de la diecisiete se había acercado de un salto hasta la señora Gesbra, que recelosa y ágil trataba de mantenerse a distancia con sus característicos pasitos al desplazarse. Los lacios pelos entre negros y blancos de ella, contrastaban con los ojos y la abundante y espesa cabellera marrón del muchacho.
Deyanira estaba de pié, estática, contemplando el velón que ahora tenía un profundo cráter rosa. En su interior, un gran lago transparente se agrandaba en el centro sin desvirtuar su nítido contorno. La chica, de figura sin formas y con los brazos colgando a los lados, se mimetizaba con el cirio encendido. El reflejo de sus cabellos rojos irradiaba hacia él, encendiendo el rosa y éste volvía para reflejarse en sus ojos y su bata blanca. Su mirada oscilaba entre el velón y Hércules, ya en franca mejoría, que se entretenía en apilar las mesas y sillas desparramadas por los que se habían retirado a dormir.
Cuando terminó se quedó mirando a Deyanira con ojos enamorados, ella lo contemplaba pudorosa, aunque su mayor atención se concentraba en el velón, donde su mirada ida se dejaba mecer por la llama, como hipnotizada.
Era en esos momentos que Hércules, como protegiendo a Gesbra, observaba atentamente a Leo controlando sus movimientos, atento a intervenir si era necesario.
No había monitores ni cámaras funcionando, sólo podía verlos y mal, a través de la mampara de mi puesto de control en el entrepiso superior. Vaya noche de vigilia me esperaba.
Deyanira siempre de pie, se había interpuesto entre la vela y mi mirada, producía un raro efecto, pues la llama, parecía salir del centro de su cabeza quedando unificadas.
Agudicé mi mirada. Algo mayor a mi comprensión sucedía en el rincón. Me esforcé más, sacudí la cabeza, cerré los ojos unos segundos. Los abrí nuevamente. No podía creer lo que estaba viendo allí abajo.
La cara de Dina se había transformando y reía cual hiena mostrando sus babeantes y afilados dientes. El cuello, la calva y la nariz del doctor eran un gran signo de interrogación, casi un garfio. La libidinosa y riente hiena tenía sujeto al Dr. Interrogo entre sus extremidades, y libaba en su metálico cuello, haciendo realidad sus deseos de poseerlo, de fagocitarlo. Él seguía con las manos en los bolsillos, siempre en su rincón, siempre con su interrogante en la cabeza, aunque ahora lo sacudían pequeños estertores mientras un líquido rojo dibujaba axones y dendritas en su delantal.
Fantel fregaba y chupaba con su alargada trompa el cuerpo de la excitada Dina que seguía emitiendo carcajadas y sorbiendo por el cuello las vísceras del doctor. Las enormes orejas de Fantel se movían abanicando la llama que hacía contorsionar y danzar las sombras.
Simodo seguía replegado, su cabeza no se veía, totalmente metida en su caparazón, sobre él, la terrible pata de Fantel se movía al ritmo de su enorme cuerpo excitado. Éste presionaba más fuerte, complacido y voluptuoso, cada vez que su trompa recorría las intimidades de la complaciente Dina, al fin liberada; feliz, sorbiendo y recibiendo.
El joven León alcanzó a la señora Gesbra que quedó tendida en el suelo moviendo sus patas. Su cuerpo de hermoso pelaje blanco y negro, se cubría de sangre mientras él hincaba sus dientes en el estilizado cuello. La melena y los ojos del león brillaban a la luz de la vela con demencial hambruna. Gesbra ya no se movía. Hércules no llegó a tiempo. Al aproximarse, su cuello iba adquiriendo más volumen, sus venas tensas dibujaban rutas azules en la piel... Desde atrás rodeó con un brazo el cuerpo de la fiera, el pecho al máximo de fuerza. Con el otro brazo, bíceps y tríceps preparados para la acción, retorció la cabeza del joven animal en un solo movimiento. Leo cayó desmembrado, cuerpo y cola abatidos, melena y ojos reflejando aún la luz de la enorme vela ya en a la mitad, consumiéndose.
Deyanira miraba fascinada el velón que, cada vez más rápido, continuaba su danza de picoteo hacia el techo, alargando y extendiendo la llama. Se acercó más. Cuando se sumergió en el profundo cráter, su cabellera roja avivó el fuego y fueron todo cirio, todo lago, toda lágrima rosa, roja.
Desde mi lugar no podía oler ni oír, pero mis sentidos vivían esa sensación acre. Imaginé el grito desgarrado de amor de Hércules que extendió sus manos hacia Deyanira. Ella lo atrajo hacia sí envolviéndolo en su quemante fuego. Escuché sin oír, el crepitar de sus cabellos. La risa de Dina y el grito orgásmico de Fantel. El caparazón de Simodo quebrándose bajo las pesadas patas bailando su danza gozosa. El suave gorgoteo de la sangre de Gesbra y Leo.
Yo estaba horrorizado. En gesto rutinario pulsaba la alarma olvidando el corte de luz.
Vi el último abrazo espasmódico y convulsivo.
Corrí buscando ayuda que no ayudó. Detrás de la mampara, todo era fuego, retorcimiento, crepitar de todos. Todo frenesí, amor, odio, sometimiento, ansia, dolor, liberación.
Los teléfonos sobrecargados. Los bomberos retrasados. Las llamas se extendían. Nubes de humo negro teñían el blanco hospital. Poco quedó de él. Ahora todo era negro, camas, paredes, quirófanos, cuerpos.
Pronto todo fue silencio. ¿Se habrían desprendido los espíritus, o sucumbieron a la locura nuevamente?
Lo que más asombró a los peritos fue que entre los restos calcinados del salón, hallaron dientes, garras y esqueletos de animales. También desconcertó el hallazgo de un extraño garfio sin fundir.
Mi explicación satisfizo a todos, una imprudencia había producido el fatal accidente. Tal vez un rayo. Una fatalidad de la que solo yo y dos enfermeras de turno pudimos escapar.
No había otra explicación.
En mi cordura yo también fui silencio.

lunes, 15 de junio de 2009

PREMIO Y... TAREAS ATRASADAS...



¡GRACIAS POR EL PREMIO AMIGA!

Mi querida amiga AURORAINES tiene un hermoso y sensible blog de poesías con unas fotos muy bonitas:
Resulta que el día 23 de abril me distinguió con este que traía una tarea para hacer y yo no lo quería poner hasta cumplirla. Hoy llegó el día.

La consigna era la siguiente:

... escribir un cuento, poesía, poema, definición o lo que quieran que incluya las palabras: vida, amor, literatura, sexo, viaje, cine.
Entregarlos a Seis (6) Blogs de mujeres.
El tema cumplido:


La literatura es vida, pues incluye todas las vivencias del ser humano.
Nos habla de viajes remotos, de viajes no concretados, de amor, amores truncos, felices, tontos, inocentes, suicidas, de sexo ficticio, sexo verdadero, sexo que da y sexo que se niega a dar, da argumentos para cine y argumentos para teatro, para televisión, para comics, ciencia ficción y todo género conocido y aún por conocer, como si el escritor se hubiera adelantado a su época.

Relata guerras, las hace más violentas y también las suaviza, nos cuenta de la maldad y bondad del hombre y de los seres vivos en general, describiendo sus características, color, textura, olores, tacto, sonidos, actitudes, movimientos...
¿Pero es la literatura la que nos muestra todo eso?
¿O es el escritor que cuenta su historia o la del vecino, amigo, padres y seres que lo rodean? ¿Recrea situaciones que se le presentan como un flash para que su imaginación las concrete? ¿O el autor tiene una cierta memoria colectiva que refleja en la literatura, lo vivenciado en épocas anteriores?
¿Será en ocasiones el escritor un vidente?
Es otro de los misterios del intelecto, del ser humano. ¿Cómo es que unos lo hacen tan fácilmente y otros no se animan a escribir ni una carta?
Defino a la LITERATURA como un VIAJE en el tren de la VIDA que aparte de hablarnos de AMOR y SEXO, en ocasiones es llevada al CINE con cierto éxito y a veces sin él.
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Hasta aquí el tema para reflexionar que me propuso Aurorainés para hacerme acreedora a este premio que me pone contenta, pero como le dije en su momento, no cumplo con la consigna, pues es una tarea complicada poner en aprieto a mis amigas…
Tendría que haberlo pasado a 6 mujeres, la que acepte el desafío que lo tome, lo dejo a entera libertad.
Si alguien se atreve me avisan. Gracias

lunes, 25 de mayo de 2009

UNAS HOJAS DE MI DIARIO DE 2007 EN LA CORUÑA

¡FELIZ DIA DE LA PATRIA ARGENTINOS!
25 DE MAYO DE 2008

Foto gentileza de: http://www.blogdeviajes.com.ar/articulos/vacas-urbanas

LA CORUÑA - MIÉRCOLES 21 DE MAYO de 2007:

Qué día tan “morno”! Maravillosamente soleado, ni frío ni calor.
Pero aburrido, no logro encontrarlo atractivo.
Solo de pensar en que tengo que quedarme obligatoriamente trabajando, me agobia.
Me encantaría estar en la playa, despreocupada, mirando el verde azulado del mar, sintiendo ese olor entre sal y yodo, y relajándome con su sonido lleno de ecos profundos y graves al estrellarse sobre la playa. Imaginar el caliente abrazo del sol me reconforta.

- Bien, veo que es solo el hecho de quedarme sin ello lo que me pone de mal humor. Entonces no es tan grave… - me digo.

Me siento lenta. Hay que aceptar también eso, esa cierta laxitud que dan los primeros días de primavera.
Atiendo con solicitud a la proveedora que me ofrece sus productos. Aunque me parece entrever que ella se esfuerza tanto como yo en hacer su trabajo. Las dos sonreímos demasiado. Anota presta lo que le pido. Se siente bien, seguramente es el primer pedido del día.
Yo no. Estoy pensando en la factura que pasará a treinta días.
¡Humm!.. He llegado al meollo de la cuestión: Estoy preocupada porque en temporada de playa el trabajo merma. Bueno, malo será que no salga a flote, como siempre....
Llega María del Rosario, con su dolorido esguince y su exceso de comida acumulado. Se relaja, yo a lo mío. Poco a poco su gesto de dolor se diluye.
Mi estado de ánimo se acopla a su relajación. La dulce música que rueda en el grabador, acompasa los sentidos. Yo cumplo con mi trabajo a conciencia. Ella regresa de su mundo interior agradecida. En el silencio de la consulta, con la luz entrando a raudales por las ventanas siento que hemos intercambiado servicios. Ella ha cambiado, yo he cambiado. Se despide con una tranquila sonrisa que correspondo con gratitud.
Así ha pasado mi día.

JUEVES 22 DE MAYO:

Son las 8.30, el sol a tope como ayer miércoles. Abro el correo electrónico y me encuentro con el mensaje de mi amiga.
La vida, la conexión de los seres humanos, la reiteración de sentimientos nunca deja de asombrarme.
Releo el mensaje, y no puedo menos que transcribirlo:

“Hoy me descubrí pensando en el tema de la dignidad.
Puta ... qué complicado el uso del lenguaje. Estilo y dignidad. ¿Existe un estilo para ser digno? ¿Sabés qué pienso? Pienso que existe un momento exacto en la vida dónde podemos tomar la decisión equivocada.
Irnos -elegir- por un camino que puede ser o no el correcto.
Correcto para uno mismo, claro.
Entonces, en ese punto preciso, todo lo hecho hasta ese momento se diluye como si jamás hubiese existido y comenzamos otra vida”.

-Me asombran sos palabras, parecen un calco de mis pensamientos...-

“Algo así como los laberintos... Existen aquellos (Ariadna al revés) que siempre vuelven a la entrada ... recorren, se trancan y vuelven a empezar. Otros (Ariadna mediante) logran salir; otros se pierden indefinidamente hasta que, un buen día, ya cansados de tanto andar, se sientan y se quedan allí sin un sólo intento más, o comienzan pum-crash-pum, a toparse contra la pared que tienen enfrente y se les acaba el tiempo”.
“Estos últimos son los que la tienen jodida. No importa todo lo que hayan hecho durante el trayecto, se les diluye, se evapora, se quedan sin pasado y, lo que es peor, sin estilo alguno para ser dignos de lo que les toca”.
“En fin, no me des bola. Debe ser la humedad que me hace entrar en cortocircuito la neurona. Tu amiga que te quiere te manda un beso”.

Pues tengo que contestarle… allá voy…

HOLA AMIGA…La sensación debe ser internacional... Con pleno sol y no encuentro las palabras para escribir algo. Tu misiva-email, me abre los ojos y el entendimiento. Este decaimiento es general, hay muchos acontecimientos horrible, trascendentales, que conmocionan al mundo.
que se incorporan en nuestras vidas y producen una gran remoción interior.
Más renaceremos con nuevos bríos y esperanzas. Estos días no tengo ganas de escribir en mi diario... ¡carajo!, tengo que poner el dedo en la llaga, o inventarme alguna historia que tape la mierda que tengo en la cabeza.
Miedos, (pavura que decía mi abuelo!), descubrir cada día que nuestras sombras nos acosan, en fin, que no somos tan perfectos como cuando estamos en equilibrio…Pero.... ¿qué digo?...¿ te estoy alentando a salir del bache, ó mi egoísta Rosa está hablando para sí misma?
Querida amiga con estas preguntas me despido, te escribiré más tarde, más extenso... Hasta luego...

SIGO EN JUEVES 22 DE MAYO

Hoy me he descubierto y aceptado envidiosa, ¡qué horrible confesión! pero envidio a los que se levantan con el bullicio de los que aman alrededor.
Hola diario, otra vez egoístamente te elegí para eso, para purgar mis demonios internos.
Curiosamente el tiempo aquí pide lluvia, es una sensación extraña que solo entienden los gallegos, y eso me da la pauta que me estoy habituando a esto y es que me gusta y no me gusta… ¡Yo quiero volver!
Bueno, esto me hace ver que extraño terriblemente, y que sigo tirando porquería en el papel.
Estoy triste y lo reconozco, espero que mis tribulaciones solo sean por este clima gallego. Me siento sola, con el trabajo justo, con la incertidumbre del emigrante, con mucha mierda encima, y me siento grande para sobrellevarlo en estos momentos.
Pienso y repienso mientras redentoras lágrimas bajan por un tobogán hasta el pecho....Tomo un mate cocido y me doy cuenta que también estoy en mi faceta de cobarde ¿porqué no contar esto a alguien? ¿Porqué no a mi amiga argentina?
Es que ella viene a masaje, y estoy segura que no lo recibiría de la misma manera. Lo entendería, si... pero no quiero ser quien le remueva sus dolores de inmigrante, que aunque juegue con ventaja pues tiene a su hijo aquí, tiene su madre mayor allá y eso seguro que le genera cierta inquietud.
Por hoy cierro el diario.
¡Menos mal que dar la clase de gimnasia me sacó un poco los ratones!

VIERNES 23 DE MAYO

Hoy salgo de mi rutina.
He preparado un matambre. Quedó redondito y oloroso. Mezcla de laurel, tomillo y orégano perfuman la casa. El caldo está absolutamente substancioso, con color de mucha carne y también de pollo, agregado para hervirlo en ese gustito especial que suelta el matambre. Después le tocó el turno a la salsa para las empanadas, cebolla, ají rojo, tomate, condimentos y buen aceite de oliva.
Desmenuzado el pollo y agregada la salsa para las empanadas, mientras reposan en la heladera hasta el armado, me dedico a preparar las de humita.
Son irresistibles, mi paladar segrega líquidos no solo antes de probar el punto, sino mientras las imagino triturada por mis dientes y llenándome la boca con su sabor.
¡Qué ilusión! mañana la casa se llenará de amigos. ¡Qué dulce es la vida cuando la llenamos con amigos! Este es el momento ideal para comprobar si se enfrió la humita y ponerla en la heladera. También es el momento de cerrar el diario con el corazón contento.

SABADO 24:

¡Es tan tarde y no tengo sueño!
Lo he pasado de diez con mis amigos. Todos son tan agradables que me han dado, aún sin saberlo una inyección de alegría y optimismo.Me sentí querida y supe que no estaba tan sola como pensaba. Les gustó todo y dieron buena cuenta de ello.
Las poesías y lecturas que trajeron hacían honor al tema propuesto:
El Humor ¡Todas fueron tan divertidas!
Aún las anécdotas de los que no escriben fueron contadas con verdadera chispa. Releo algunas que quedaron y me acuerdo de los momentos vividos.
No puedo menos que pensar en lo bien que enganchan caracteres tan diversos, los más extrovertidos, los más tímidos, diferentes modos de vida.
En fin una velada grata e inolvidable.

LA CORUÑA - DOMINGO 25 DE MAYO:

Me desperté temprano, pues los “jóvenes nocheros” con sus conversaciones, desvaríos y risas en el aire impedían dormir.Hoy será día de esperanzas para muchos, aquí porque se vota, allá porque se asume el mando y además en una fecha entrañable en la que me acuerdo más de mi querido país, de mi querida gente, de mi muy querida familia...Persiste en mí el recuerdo de la velada. Hoy me dediqué a poner “la casa en orden”.
¡Lástima que no hiciera un poco de sol! De todos modos yo siento que tengo un sol interno que me hace sentir bien. Me siento reconfortada, y a pesar del trabajo que me dio volver a reordenar la disposición de los muebles en el salón no me siento cansada.
Vuelvo a releer algunos de los escritos que trajeron. Mi cara está llena de sonrisas.

¡FELIZ DÍA ARGENTINA!

jueves, 21 de mayo de 2009

UN DIA EN GRIS Y VERDE...

Ciudad, edificios, cuadrados rectangulares, altos, grises, apuntan al cielo azul.
Vuela una paloma gris.
En su pueblo las palomas son blancas.
Aquí ulular de sirenas.
En su pueblo lo despiertan las campanas.
La bandera roja azul y blanca ondula, sus estrellas son inamovibles, de día y de noche, con sol o con lluvia.
Es el símbolo del nuevo mundo.
Representa la prosperidad y el bienestar.
Pero es solo eso: una bandera.
La desolación invade su cuerpo.
Tiene frío.
Hoy es un día diferente.
Su mano se cierra sobre la apretada chaqueta y sobre el ruido de las tripas vacías.
La otra mano se aferra a la desnudez del arma, acerada, fría.
Hoy no va con el rebaño de desocupados, camina sobre el puente cargado de coches.
El agua no llega a reflejar su cara asomando por la maciza estructura metálica.
Mira hacia la ciudad que bajo la niebla parece más gris.
La bandera ondea indiferente.
Una paloma blanca pasa rasando cerca suyo.
La mira alejarse rumbo a su hogar.
Reflexiona, roza el arma, fría y gris como la ciudad de las estrellas.
La quita del bolsillo, la mira y cree escuchar sonido de campanas.
Su pensamiento se tiñe de esperanza y tirando el revólver que gira varias veces antes de caer en las oscuras aguas exclama:
- ¡Me vuelvo al pueblo! – y se encamina decidido hacia el verde.

lunes, 18 de mayo de 2009

MARIO BENEDETTI nos ha dejado

Otra gran pérdida en las letras Uruguayas.

Descanse en paz maestro.

Mi homenaje es sencillo, aquí dos poesías de Don Mario Benedetti y luego sin enlazan a este blog de mi amigo Manel leen un exquisito relato.
http://manelaljama.blogspot.com/2009/05/los-pocillos-de-benedetti.html?showComment=1242664980000#c3485440701766733639

HAGAMOS UN TRATO

Cuando sientas tu herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo.
(de una canción de Carlos Puebla)
Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.
Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

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LOVERS GO HOME!

Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada,
y me encontraste bien
y te encontré más linda.
Ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde estoy.
Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.

En esta otra página encontrarán una reseña de la vida del famoso escritor:
http://abuelaciberlanuevaunion.blogspot.com/

viernes, 15 de mayo de 2009

El premio de David Carrascosa.

Queridos amigos este será el último premio que acepte pues no me gusta dejar fuera a tantos blogs estupendos.
En realidad no es egoísmo no querer tomar la responsabilidad de pasarlo a otros, sino que no sé cuál elegir.
En este caso tampoco quiero ponerlos en el brete de elegir otros diez, así que rompo las reglas y por mi parte solo pongan el premio y listo.
Agradezco este honor y cumplo con otorgarlo a los 10 blogs que considero dignos de visitarse por su interés.
Son variados y cada uno en su estilo lo merece, no me extiendo en presentaciones puesto que al visitarlos verán que son de diez, como se dice siempre, valga la redundancia...

http://fotosocurrenciasyhumor.blogspot.com/
http://diariodeunmedicoii.blogspot.com/
http://ricettedicasa.blogspot.com/
http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/
http://bitacoradeldante.blogspot.com/
http://goathemala.blogspot.com/
http://detampicoconamor.blogspot.com/
http://cactus-favoritos.blogspot.com/
http://deltalleralmundo2.blogspot.com/
http://trenfujitivo.blogspot.com/

miércoles, 13 de mayo de 2009

UN MÁGICO AMANECER

-¡Qué hermoso amanecer querida amiga, lástima que lo estropean esos que pasan por debajo de nuestra ventana peleando como perro y gato! - Pensó Gustavo sin mirar a Zulma
-Creo que se llevan peor que eso - contestó ella, adivinando lo que su amigo pensaba y sin ánimo para emitir sonido a esa hora de la mañana.
- Aún tenemos un rato más para estar juntos y admirar esa hermosa luna llena que se va poniendo tras los edificios – se decía él
- Es un disfrute estar así en tu compañía, me llena de serenidad, eres un encanto - elucubraba ella mimosa.
- No me gusta quedarme mucho tiempo quieto, pero es muy agradable disfrutar a tu lado, así, en silencio – pensaba Gustavo sin mirarla
Ella entendía muy bien lo que quería decir.
Todo era quietud.
El momento era maravilloso, de ellos y nada más.
Ninguno de los dos emitía sonido, solo se oía su respiración.
La hora mágica del amanecer los envolvía, se quedaron inmóviles.
No se tocaban, pero su postura en una rara simbiosis era la misma.
Se quedaron así por un largo rato, mirando esa quietud que los contagiaba de una gran placidez que los dos parecían disfrutar.
Ninguno hizo ademán de moverse, sabían que el otro estaba atento.
No querían romper ese momento donde flotaba entre los dos el cariño que se profesaban.
Las primeras horas de la mañana trajeron algo de niebla antes de que la luna se escondiera totalmente.
Un rayo de luz los iluminó de pronto.
Ninguno se inmutó, todavía vivían la magia de ese instante compartido.
Zulma pensaba – Qué lástima que ya se levantaron…
Mientras Gustavo se decía – Siempre nos interrumpen en nuestros momentos de solaz, ¡qué pesados!
En la calle, la pareja seguía peleando como perro y gato.
Ellos la miraban con pena y sabiduría.
La niebla iba dejando lentamente paso al sol.
Gustavo y Zulma siguieron así un rato más.





Foto de Gus y Sula, izquierda y derecha respectivamente, cedida por Pedro. http://enserioenbromayenlacocina.blogspot.com/

viernes, 8 de mayo de 2009

EL FLUÍDO VITAL DE LA VIDA - Redundancia aparte

El autobús recorría la autovía. Subí a él en una arteria de la ciudad.
Cuando llegó a la rotonda de circunvalación con los diversos cruces y desvíos, estos me parecieron las venas del paisaje.
A ambos lados el intercambio gaseoso estaba asegurado: los árboles semejaban capilares y espacios aéreos alveolares, de su tronco fuerte cual tráquea invertida, los bronquios y bronquiolos trataban de neutralizar en cierta forma, lo nocivo de la emisión de gases.
Por las alcantarillas los desechos iban hacia la misma tierra, al interior. No eran expulsados, desde allí volvería en diversas formas a incorporarse al entramado del paisaje.
El cielo azul, nítido y el sol del mediodía, resaltaban los colores de los coches. Había eritrocitos, leucocitos, basófilos, eosinófilos y monositos...
En ciertos lugares se formaban plaquetas, que obstaculizaban la circulación normal. Las paradas y desvíos semejaban colectores linfáticos. ¡Qué caos habría si no hubiera ese elemento de limpieza, sería como circular sin posibilidad de salida!.
Mi corazón bombeaba rítmicamente. Me sentía como una gota de sangre dentro de una vena, una célula entre otras células, inspiré profundamente mirando a mi alrededor.
Había células de diversa forma, unas viejas, otras jóvenes, la más activa conducía. Algunas con más mitocondrias, otras con menos hemoglobina y otras con exceso de bilirrubina.
Al detenerse el monositobus, subieron dos células jóvenes, adherida a ellas, dos pequeñitas. Mientras mis neurotransmisores enviaban señales para incorporarme y descender en el ganglio siguiente, miré las células recién nacidas y poniendo en acción el zigomático y el risorio, pensé que el fluido vital de la vida estaba asegurado.

miércoles, 29 de abril de 2009

LAS LETRAS URUGUAYAS ESTÁN DE DUELO

Vaya mi homenaje a IDEA VILARIÑO, poeta y crítica relevante de nuestro vecino país.

He puesto una poesía de ella en el otro blog pues por este salía mal puntuada, ruego que me disculpen.

A nuestro amigos poetas, escritores y amantes de la buena letra mis condolencias.

martes, 28 de abril de 2009

A PEDIDO DE FRANZISKA (Que me dedicó una hermosa poesía)

PREGUNTAS A LAS MUSAS Y A LA HUMANIDAD

¿Dónde están las musas estos días?
¿Acaso espantadas por tanto horror
se han recogido a llorar en un rincón?
¿Para el fin que han venido
en inmortal silencio nos convocan,
acaso sin hallarnos?
¿Es que la sinrazón del hombre
sus dones y sus fuentes han diezmado?
Kleió, Euterpe, Melpómene, Thalia..
Terpsícore, Caliope, Erató, Urania, Polymnia....
¿Estáis allí?
¿Podéis oirme?
¿Podéis venir a rescatar tanta locura?
¿Queréis esparcir por doquier vuestras virtudes?
¿Acaso evaluáis a todos los mortales por igual
propiciando un destino sin futuro, general?
¿Bajaréis a iluminarnos con vuestras gracias, todas?
¿Del egoísmo más brutal podremos desprendernos?

¿Podéis vosotros responder?
Hombres, mujeres, políticos, músicos,
pintores y poetas,
comediantes, científicos, artistas...
¡Responded Humanos!
!Todos!
¡Despiadados seres que, sin pena,
destruís este planeta sin pensar!

jueves, 23 de abril de 2009

- EN EL DÍA DEL LIBRO -

NUESTRO LIBRO:
La elaboración del libro propiamente dicho lleva más o menos 55 pasos importantes que he resumido en unos pocos.
La historia comenzó cuando nuestro grupo de amigos elucubró la idea de juntar nuestras poesías y hacerlo.
Por supuesto que la que hizo el mayor trabajo fue Pilar, gran artesana, prolija y minuciosa a quien algunos ayudamos un poco, aunque nuestra tarea fue menor comparada con el esfuerzo que ella invirtió en dar vida a:

P O L I E D R O
Aquí maquetando, como verán nosotros en la foto de atrás...

Dividiendo el trabajo maquetado

Doblar y plegar para pasar luego la plegadora

De incógnito: Ayuda de doblaje

Midiendo los cortes del lomo
Corte del lomo


Colocado en bastidor para coserlo


Batiendo contra las cuerdas después de cosido, tanto cerrado como abierto

Encolando lomos
Pegando papel Kraft

Después de preparar y medir cartones, encolando los mismos
Ya cortado, forrado y pegado: redondeo del lomo


Montando el libro


Colocado del forro
Terminando


Forrando con plástico

14 Autores,
14 Amigos,
14 personalidades diferentes y un mismo amor:

EL LIBRO


Los dos libros realizados por Pilar.

Dos libros que fueron más de 50 en total.

El POLIEDRO tan original fue idea de todos, al igual que el nombre elegido para el libro.

Lo realizó el hijo de uno de los 14 escritores, Pedrosa, a quien felicito por el diseño.


Finalmente se pudo realizar en una Editorial y quedó como ven aquí, muy vistoso y original.

Como corolario, ha llegado a mis manos desde La Coruña justo hace unos días.


Agradezco a mis 13 amigos entrañables el habérmelo hecho llegar y además el ocuparse con tanto amor de todo.

domingo, 12 de abril de 2009

PERROS VAGABUNDOS

La lluvia y el viento son intensos. Los caminos del parque están casi desiertos, los bancos solitarios.
Delante de mí un hombre sube la cuesta con dificultad. Su aspecto es oscuro. Su ropa, su mano izquierda y su paraguas siguen una línea sin interrupción. Parece mayor. ¿Cómo será ese rostro? Lo imagino dulce y arrugado por el paso del tiempo.
El viento me empuja hacia atrás, me retiene. Desacelero el paso pues la cuesta es bastante pronunciada. Las intensas ráfagas mueven mi paraguas que oscila como un trompo invertido a punto de detenerse. Mientras me afirmo observo varios perros que pasan a mi lado; el último, desafiante y fuerte, mira mi paraguas con gesto amenazador. Su pelo liso y negro brilla como sus ojos fieros.
- Quieto.... no pasa nada...- digo - Me mira recio. Le sostengo la mirada, esbozo una sonrisa sin mostrar los dientes. Gira y sigue hacia arriba. Cada tanto se vuelve y nuestras miradas se enganchan, al fin se mete entre los árboles y desaparece...
Ya no llueve. Sacudo y ajusto el paraguas, las varillas están torcidas, lo fuerzo un poco. Los árboles del parque dejan caer sus gotas sobre mí. Ráfagas de viento los sacuden sin piedad. También retrasan mi avance. Tendría que volver, no siento el paisaje igual que siempre. Entre los setos diviso los perros que siguen trotando hacia su destino.
El viento azuza al viejo que delante de mí camina con paso vacilante. Cabeza y hombros bajo el negro hongo mojado. Parece agobiado. Después de una leve indecisión, se sienta. Paraguas, mano, persona y banco en completa unión. Su aspecto introvertido me conmueve. Algo despierta mi curiosidad, no sé que es. Llego al banco y en un arranque de solidaridad me siento a su lado. No veo su cara, su paraguas está ladeado. Mientras acomodo las varillas del mío hay gran agitación en lo arbustos. Oigo gruñidos amenazantes.
Es entonces cuando observo inquieta a mi vecino quien en ese momento descorre el negro telón que lo cubría. Veo su rostro. Es un rostro crispado. Ojos abiertos, vidriosos, fieros. En su mano derecha un revólver. Instintivamente me pongo de pie y retrocedo. Grita con voz amenazante, ronca, dura:
- ¡Quieta! - ¡El dinero! - ¡El bolso!
Un feroz gruñido me sobresalta tanto como su gesto y el arma. Desde atrás de los arbustos una cabeza brillante y negra se acerca veloz. Los blancos dientes en actitud de ataque. El negro cuerpo se precipita hacia el hombre del paraguas, que gira su arma hacia él. Un...
- ¡¡Noo!! - profundo sale de mi garganta, al tiempo que tiro el paraguas a la cabeza del rufián. El perro es rápido y la sorpresa hace que el arma caiga mientras se dispara. Giro sin mirar y corro, corro barranca abajo.
El viento me empuja haciendo más fácil el descenso. No miro atrás. Los ruidos se mezclan. Viento. Ladridos. Gritos. Aullidos. Salgo del parque. Cruzo la calle y entro rápido en la cafetería. Llamo a la policía desde mi teléfono. Mi respiración agitada no me permite hablar coherentemente. Describo la situación como puedo. El camarero solícito me quita el móvil de las manos y continúa explicando:
- Ella está bien... - Siii… Cafetería Plaza...
Llueve en la calle y en mis ojos. Espero con un sollozo sin sonido.
- En la calle Industrial… Frente al Parque Santa Margarita -
Un grupo de perros vagabundos sale del parque.
Le digo quedo al camarero
- El perro negro no está -

El camarero informa al policía:

- Dice que mató a su perro -
Yo lo recuerdo:
Negro.
Fiero.
Amigo.

Deseo que no esté muerto.

El viento arrecia.
La tarde llora.
Yo también.

jueves, 2 de abril de 2009

LLUEVE SOBRE BUENOS AIRES

Llueve sobre Buenos Aires en este día…

Alfonsín,
Malvinas,
tristeza en momentos duros.
Recuerdos de valor y sacrificio
de muerte, congoja,
esperanzas y utopía.

Un homenaje es poco
Que ensalce conductas
hechos, resultados.
Todo está a la vista
no se resume esto
en una simple homilía
en una triste poesía

Llueve sobre Buenos Aires en este día…

Jueves, 2 de abril de 2009

martes, 31 de marzo de 2009

DIVERTIMENTO

FRUTO EN SAZÓN

¡Silencio señor!, señalo.
Sienta este sentimiento
sonando como un sismo:
¡Sístole del corazón!

¡Esto no es solfa señor!
Sobe el saludable seno.
Sonoro sonido suena;
¡Yo solo bailo a su son!

Sustento así sutilmente,
este suplicio mío.
Siembre señor la sabana;
¡Suyo es el fruto en sazón!

miércoles, 18 de marzo de 2009

OJOS DE MIEL

A medida que iba cayendo la tarde, las sombras de la lejana arboleda eran como un oasis que invitaba a refugiarse del intenso sol estival. Mis sentidos imaginaban el frescor y el aroma de las distintas especies del bosque.
Sabía lo que pasaría al caer las sombras. La pequeña llegaría corriendo, casi aladamente a nuestra aldea y como todos los días, regresaría al bosque antes de que amaneciera. Pregunté el porqué del ritual de esa niña que vivía entre los árboles. Los indígenas, con su piel curtida, casi cuarteada de soles me contaron con ademanes expresivos que bajaba para atender a los niños y que antes del alba regresaba al bosque.
Los enfermos, gracias a ella, recobraban poco a poco la salud y los más graves morían beatíficamente, reconfortados por las caricias y palabras de la pequeña, como si ello garantizara su pasaporte a otra vida, a otros mundos, sin penurias ni necesidades.Yo sentía curiosidad. Los nativos no contestaban a mis preguntas, solo la esperaban cuando caía la tarde, al llegar las sombras.
Ella bebía únicamente miel. Su pelo y sus ojos eran de ese color, la llamaban Ojos de Miel.
Sus piernas y sus brazos eran tan finos y delicados, que no concordaban con la energía de su tarea, de su recorrido diario, rápido, misterioso. Sus pies casi no tocaban la tierra yendo de una choza a la otra, chozas de barro y paja, redondas, con ventanas en ambos lados y una entrada sin puerta, abiertas a una anhelada brisa que no llegaba.
La tierra, cuarteada por los intensos rayos del sol hacía que mis pies ardieran. Yo esperaba ansiosamente la lluvia. Esa noche era imposible dormir. Mi cabeza y mis sienes martilleantes anticipaban en gotas saladas lo que pronto llegaría. Al comenzar la lluvia, sentí un intenso olor que subía desde la tierra, un vaho infernal lo envolvía todo. De golpe una cortina brillante, torrencial, caía sin interrupción hacia la tierra. Agradecíamos bailando y riendo el bienhechor elemento.
La niña no interrumpió su tarea. Sus frágiles piernas apenas despegaban del lodo marrón rojizo del suelo. Miraba el cielo con preocupación, como controlando tiempos.
Emprendió el regreso trabajosamente; me pregunté si se habría contagiado algún mal, o si tal vez la mojadura habría afectado su salud. Sus cabellos y sus brazos chorreaban agua. Observé mis zapatos: parecían moldeados por un mal alfarero, patinaban en el resbaladizo suelo, mi camisa y mis pantalones se pegaban al cuerpo como un guante inundado.
La lluvia garantizaba alimento para la población indígena. Ahora la plantación renacería. Almacenaron suficiente agua hasta la próxima lluvia. Súbitamente la oscuridad dio paso al sol de la mañana, sin transición.
Divisé a la niña. Aún le faltaba un buen trecho hasta la arboleda.
Al caer la tarde no llegó. Los nativos lo asumieron normalmente, yo decidí ir hasta el bosque. Metros antes de la verde y refrescante espesura, ví algo brillante. Era la pequeña. Sus piernas y sus brazos cubiertos con el barro rojizo ya reseco, pegado a la tierra. Sus cabellos enmarañados, apenas tenían destellos color miel. Mi corazón estrujado de pena latía apresuradamente. Entonces ví sus pequeñas y frágiles alas doradas calcinadas por el fuerte sol. Mientras despegaba la terrosa cerámica de su cuerpo, un leve astillarse me alfileteaba el corazón. La levanté en mis brazos. La llevé a la aldea. En un extraño ritual, los indígenas la limpiaron y en un lecho de flores la dejaron en el bosque. Cuando acabó la ceremonia solo dijeron:
“Al caer la tarde, con las sombras del anochecer, llegará otra niña con pelos y ojos color miel,,”

sábado, 7 de marzo de 2009

DICHOSOS VIRUS

Sí, están contentos porque mi ordenador se ve que es sabrosón.
Perdonen que suspenda unos días (espero que pocos) hasta que el técnico les diga que ya comieron bastante y se tienen que dejar de fastidiar.
Espero no perder nada de mis archivos y solo sea una picazón de verano.
Abrazos y hasta pronto.

lunes, 2 de marzo de 2009

LAS HORAS VIVIDAS

¿Puede una película ser el detonante que haga emerger momentos importantes de nuestra vida?
Al salir del cine recordé mi cuarenta cumpleaños, ascendiendo al Cerro Otto en Bariloche. Eran las seis de la mañana. Seguí mis estudios de mayor.. Mis compañeros de estudio mucho más jóvenes dormían y yo, afuera, bajo ese cielo, mirando la luna despedirse de las estrellas y sintiendo el frío del deshielo en la cara.
Estaba emocionada ante el espectáculo, y curiosamente no me sentía sola.Mientras el sol empezaba a iluminar mi día, hablé con el corazón a mis hijos: “Estoy aquí, pero estoy con ustedes, no necesitamos estar juntos para estar juntos…”
Mis ojos se unían al deshielo, porque el amor se desbordaba en ellos. Suavemente, entré y me acosté en silencio. Al rato se encendió la luz y las voces somnolientas de mis amigos, empezaron a cantar el cumpleaños feliz. Hubo torta y ya bebiendo el chocolate caliente mi niña afloraba al sentirme querida, mimada.
El profesor nos recordó que teníamos tarea.
¡Nuestro último examen!: Vida en la Naturaleza.. Seguir escalando el Cerro
- ¡Vamos Nona! - Me decían los veinteañeros en el ascenso a la cima.
Fue arduo, especialmente el descenso, pero mi fuerza de voluntad y mi tesón estaban allí. Lógico que sin la fortaleza física no lo hubiera conseguido. Pero mi empeño en vencer los obstáculos se impuso ante las dificultades. Salvo dos chicas que no pudieron cumplir las consignas, todos aprobamos.
Al final de la cena hubo cantos y un hermoso ramo de flores. ¡Me encantan las flores! Coloridas, con ese olor silvestre, que solo se da en la pureza natural de la montaña. ¿Puede transportar un recuerdo a otro?
El flash es rápido como mi mente.
Me encuentro en Escobar. Terminó el recorrido por la exposición de La Fiesta Nacional de la Flor. ¡Qué exhuberancia! ¡Cuánta belleza! ¡Cuánto color! ¡Qué deliciosos aromas! ¡Me sentía agradecida a la vida por poder disfrutar de ello..!
En el viejo Renault doce, los cuatro: mi hija, mi sobrina, Francisco y yo. A la derecha del camino el sol, que en todo sus rojos, se escondía en el horizonte.
Él dijo: - ¡Vamos a contemplar este espectáculo! -
Desvió a la derecha enfilando hacia los pastos del costado de la carretera. Mi vista y mi intuición sintieron que el coche andaba distinto. La trompa descendió levemente, mi cuerpo percibió el cambio enseguida. Francisco miraba el horizonte fascinado, su pericia de conductor lo hacía despreocuparse. Yo no podía despegar mis ojos del capot que suavemente seguía avanzando y bajando. Estaba muda, no quise darle indicaciones El atardecer se reflejaba en el metal. El coche seguía bajando y deslizándose sin avanzar. Francisco reaccionó asombrado cuando el ángulo se agudizó. Las chicas daban grititos de quince y dieciséis años. -¡Agua! ¡Agua!- decían.
Sin duda era agua que los pastos cubrían totalmente. Al abrir las puertas el coche se deslizó un poco más. ¡Barro y agua hasta las rodillas! Coches parados en la carretera, hubo alguien que ayudó a Francisco a sacar a las chicas en brazos.
El estaba petrificado mirando su coche.
Un camionero dijo: - Hace falta un tractor…
- ¡Ya vengo! - dije decidida dejando a Francisco que empujaba inútilmente el auto desde adelante. Caminé hasta una casa cercana. El barro de mis piernas secándose al calor.
Golpeé en la entrada. No había nadie. Al darme vuelta, vi el tractor verde, reluciente, nuevo, enfilando hacia la tranquera.
El conductor me preguntó que quería. Le expliqué la situación. Bajó diciendo: - Voy por unas cuerdas... –
Al volver con los elementos traía un hermoso ramo de flores recién cortadas. “Tome, quédese tranquila” -
- Estoy tranquila… Gracias… - Dije aspirando el olor que automáticamente me recordó al Cerro Otto.
El tractor dio la vuelta hacia el camino. Montada en el guardabarros verde, al lado del conductor y con el ramo de flores en el regazo me sentía la Reina de la Flor de Escobar.
Regazo…
Es una hermosa palabra, las palabras me llenan con su significado, no pasan ante mí de forma intrascendente.
Regazo... puede contener placer, dolor, alegría, varios significados profundos. También puede contener arrogancia, orgullo, y... Pudor; aquí recuerdo una situación embarazosa.
¿Qué es lo que permite saltar de un recuerdo a otro siendo estos tan diferentes?
Mi capacidad de asombro no tiene límites ante las situaciones insólitas que me ha tocado vivir.
Estaba amamantando a mi pequeña de pocas semanas. Sus ojitos en los míos. Ternura más ternura. Por la ventana, el sol calentaba más nuestra tibieza.
Miro hacia la puerta del dormitorio y observando mi pecho desnudo, el plomero decía:
- ¡Señora, terminé con la cañería! –
Bochorno mutuo ante la interrupción de la dulce intimidad compartida. Solo atiné a cubrirme con la mano.
- Pe..pe.. perdone señora! - decía mientras se limpiaba las manos con los trapos sucios.
Mi sentido del humor afloró recién cuando se fue.
Hoy ya es un recuerdo tierno.
¿Qué mecanismos extraños de la mente me recuerdan en este momento al padre de Ricardo?
Con Ricardo tuve una breve relación después de mi primer divorcio.
Sus padres eran mayores, italianos como mi familia paterna. Yo solía amasar fideos y llevarlos algún domingo a su casa. Disfrutaba cocinando y viendo la alegría de los tanos compartir el placer por la buena comida casera.
El padre falleció de repente. Ricardo, agobiado, tenía que hacer trámites e ir a buscar a su madre. Como siempre impetuosa y solidaria, me ofrecí para acompañar al señor en su ataúd hasta el velatorio.
Sola con él en ese salón aún desnudo de ornamentos y flores, me senté en un rincón. Pasados los primeros momentos de respetuoso silencio me fui acercando. En uno de mis arranques empecé a hablar con él sin darme cuenta.
Le dije que se fuera tranquilo. Que su hijo cuidaría de su madre, que la señora no sufriría porque habían sido muy felices. Que yo había disfrutado con nuestros almuerzos, en fin, que descansara en paz.
Me invadió una gran tranquilidad porque sentí que él me había escuchado.
Y me mente voló.
Voló a unos pocos años después, cuando mi hermano tuvo que hacer los trámites por el fallecimiento de nuestro padre y se repitió la situación.
A solas con él antes de que lo llevaran y sobreponiéndome al dolor de la pérdida, con la voz quebrada por el llanto. le di las gracias por haberme enseñado a amar la música, a bailar, a respetar y a hacer que me respetaran, a ser independiente aún comprometida en relaciones y obligaciones y, por sobre todo a ser feliz con todo lo que hago y con las pequeñas cosas cotidianas.
Ya no recuerdo qué mas le dije pero reiteré las gracias…
Ahora, mientras acomodo las flores en el jarrón, agradezco al infinito por las horas vividas.

miércoles, 18 de febrero de 2009

EL ALBUM


Luis extendió su temblorosa mano alcanzándole el viejo álbum de figuritas a su cuñado Roberto, las tapas amarillentas oscilaron con sus movimientos.
Roberto lo agarró y el álbum cambió de ritmo:
- ¿Dónde lo encontraste, Luis?
- Entre papeles viejos... -
- ¡Mirá que esconderlo ahí! - dijo Roberto devolviéndoselo.
- No estaba escondido, solo guardado y olvidado - expresó con voz temblorosa a su cuñado que siempre lo ponía de mal humor.
Luis lo abrió y empezó a mirar las viejas figuritas redondas, con la imagen de los ídolos de River Plate, su club favorito.
- ¿Te acordás Roberto cuando juntábamos las figuritas? -
- ¿Juntábamos? ¡Juntaste dirás!, ¡Que no me dejabas ni tocarlo! -Roberto se sentó a su lado y agregó:- ¡Claro!, ¡Como soy de Boca..!
- Mirá viejo carcamán… mirá... éste es Pedernera...- Seguía diciendo Luis mientras hojeaba el album . - Moreno… Labruna… El "Feo"... Ah!... Labruna!.. Tengo que tener una... – dijo pasando algunas hojas.
- Aquí está. - Su voz se llenó de energía, parecía haber rejuvenecido, sonreía con media dentadura
- ¡Aquí estoy con Labruna! ¿Ves? --
- ¡Esa foto la ví más veces que años tengo! Me la restregaste cien veces por la cara! -
Luis seguía señalando mientras acercaba y alejaba el álbum para enfocar mejor con sus gafas.
– Aquí está Muñoz, ¿ves?.. y éste era Loustau, pobre... murió joven, a los 65, de un paro cardíaco..-
Los dos cuñados miraban con nostalgia ese álbum de cartulina descolorida que entre los 15 y los 18 Luis completó con tanto entusiasmo.
- Mirá esta foto. La saqué desde la tribuna. Fue un golazo. “El feo” picó, tomó velocidad y justo la saqué cuando tiró... ¡Qué arte! –
Mientras acompañaba su descripción con torpes movimientos agregó:
- Bajó la cabeza, arqueó la espalda, tiró y... ¡Goool!
- Fue magistral! Tendría que mandar esta foto a algún periódico...-
- Ja, ja, ja.... a la foto de hace 100 años...- dijo Roberto irónico, quitándole el álbum.
La eterna rivalidad de los cuñados estaba latente otra vez.
Luis que tiraba de la otra parte, aflojó por miedo a romperlo.
Fue entonces que el album se abrió más adelante.
Roberto quedó inmóvil, boquiabierto.
- ¡Este es Boyé! – dijo.-
- Si, ¿y qué? - musitó Luis -
Roberto insistió: - ¡Este es “El atómico!..., ¿ Qué hace esta figurita de Boca aquí? ,
Preguntó a Luis asombrado.
- Masoquismo puro. ¡Traé boludo! - contestó, pero el otro siguió mirando
- ¡Esto fue en el 44! ¡Inolvidable! ¡¡ Dimos la vuelta olímpica en el Monumental!! Mirá...- le mostraba Roberto asegurando - ¡Esta no es la Bombonera! -
A lo que Luis respondió:
- Claro, si a Uds. se la habían clausurado... ¡Encima que les prestamos el Monumental, nos ganaron allí el campeonato!- dijo Luis royendo las palabras con su dentadura postiza.
Roberto pasó la hoja. Se vio festejando con la camiseta de Boca Juniors. Su figura era cómica:
- ¡¿Éste soy yo?!, ¡¿Dónde fue?!...-
- En el bar de Ramón. - contestó Luis - ¡Tenías un pedo fenomenal...!
- ¿Y me la sacaste vos?, preguntó
- No.., la sacó Julita. Yo me moría de bronca. ¡Tuve que regalarle una pulsera para que me la diera!
Roberto evocando con sus ojos y sus neuronas arrugadas dijo:
- ¡La Julia!... qué culo tenía, pero andaba con el Ernesto.¡ Ese era un fanfarrón! Era de Rácing. ¿Te acordás? -
- ¡Cómo no me voy a acordar... Casi me faja cuando Julita le mostró la pulsera y le dijo que se la había dado yo....- Dijo Luis cerrando el álbum que quedó sobre el viejo aparador.
Los dos salieron de la habitación. Sus piernas temblorosas y arqueadas parecían más ágiles.
Entre “¿te acordás?” y “no me acuerdo”, se iban arrimando uno al otro. Cuando llegaron a la calle ya iban del brazo sosteniéndose mutuamente.
- Este año vamos mal... - comentaban
- Los de San Lorenzo nos dan caña…

Información sobre la foto:

http://www.elpais.com/articulo/madrid/vaca/vaca/sigo/toca/elpepucu/20090116elpmad_16/Tes

miércoles, 11 de febrero de 2009

Encantamiento

La tarde se lleva la poca luz del día
a lugares que solo ella conoce
La sombra se instala en los rincones
y la ciudad se pone a mirar por las esquinas.

La lluvia que cae perezosa
por los techos y aceras se desliza.
No hay luna que ilumine los tejados,
no hay gatos caminando en las cornisas.

Todo se aquieta…
Densa es la noche sobre las casas y el asfalto.
Nada se oye más que el deslizar de un coche
¡Silencio! Sshh... Que el encano persista...

jueves, 5 de febrero de 2009

¿QUÉ ES LA MUERTE?

¿Qué es la muerte?
preguntaba un día
Falta de vida ...
me respondían.

Hoy llegó otra vez, vino de visita
hoy no la vi negra,
la vi piadosa y blanca
pero igual de fría.

Hoy se llevó a mi amiga...
vio cuánto sufría.
Hoy le dio el descanso
que ella merecía.

Se la llevó dormida,
cálida,
serena y dulce,
tal como fue en vida.

¿Qué es la muerte?
Dolor del alma.
Dolor de despedida...
Es ley de vida...

A Sara, mi valiente amiga.

sábado, 31 de enero de 2009

LAS MUSAS Y YO

En la pantalla del ordenador
nuestros suspiros se unen
y nos apretamos en un inmenso abrazo
------------que el saber intensifica.

Letra y palabras vienen sigilosamente,
es el sublime placer tan soñado.
Llegan a mi mente
------------ es la musa; desnuda y pura.

Voy a recrearme en ella, placer platónico,
ya, sin darnos cuenta somos uno.
Con los ojos de las letras nos vemos
-------------es la poesía desnuda, dura.

Ella saca del alma (placer chinesco)
vida, bondad, maldad y muerte,
claro y oscuro... Todo.
La musa habla
---------------------y yo obedezco..

miércoles, 21 de enero de 2009

SOLEDAD

La mente no se aquieta
el cuerpo no encuentra calma
y deambulan los recuerdos
en la soledad del alma.

El silencio resuena
como un eco en el oído
y acompasa el corazón
a la soledad del alma.

No hay viento, no hay palabras
si hasta la estancia se agranda
llenándose de la nada
en la quietud de la casa.

El lápiz se desliza
rallentizando palabras
y en un seseo incesante,
la soledad acompaña

La mente se va aquietando
también el cuerpo se calma
y la noche se hace día,
a las seis de la mañana

jueves, 15 de enero de 2009

LA VELOCIDAD FUNDA EL OLVIDO








Hasta la piel olvida el roce de otras pieles.

¿La del niño y la madre? Estoy trabajando.
¿La del padre y el niño? Estoy cansado.
¿La de los hermanos? Tengo que estudiar, no tengo tiempo.
¿La de los padres? Todavía tengo que... Breve intimidad.
¿La de los adolescentes? No puedo. Precoces en velocidad.
¿La de los jóvenes novios? Ya, lo quiero ya. Sabios en sexo.
¿La de los amantes? Rápido, tengo que irme.
¿La de los abuelos pospuestos? Hoy no vienen, no tienen tiempo.
¿La de los amigos? No puedo ir, no tengo tiempo
¿La mía, qué dice mi piel algunas veces? No tengo tiempo
¿La piel tiene tiempo? Si: todo el tiempo que vivas.

La velocidad funda el olvido

sábado, 10 de enero de 2009

LLEGÓ DESDE ITALIA


(per il riconoscimento della varietà culturale, etico, letterario, e valori personali trasmessi in forma di creativo e originale nella scrittura)

Me lo ha enviado CHIARA:
http://ricettedicasa.blogspot.com/

TANTE GRAZIE CHIARA PER QUESTO PREMI (gli altrì premi sono in el primo blog, questo e il secondo) Come sempre excusi per il mío italiano.

Estoy sumamente agradecida al igual que sorprendida, ya que no hay distancias ni idiomas que impidan que nos visitemos aunque las dos hablamos poco nuestro idioma... gracias Google por tu traductor...

BACCI TANTI CHIARA!

lunes, 5 de enero de 2009

EL INFORME FORENSE

La vi frente a mí. Su mirada dura, hiriente, oscura. Su frente altiva. Nariz y mentón fuertes, determinantes. Su boca bien torneada de labios semifinos, apretados, en un rictus mezcla de desafío, amargura y desdén. La comisura elevándose hacia la derecha donde un mechón de pelo lacio, tupido y oscuro, ocultaba casi medio rostro. Lo despejó con enérgico ademán.

Respondía a mis preguntas, indiferente y breve:

-¿Porqué lo hiciste?

- Su vida no tenía sentido... respondió.

- Eso no lo puede decidir nadie - Dije.

- Yo sí - Contestó categóricamente.

- ¿Cuánto tiempo hace que pensabas hacerlo? pregunté.

Se encerró en un profundo silencio. Su mirada vagaba del escritorio a la ventana, de ahí al juego de lapiceros que tenía ante sí. Se detuvo en el cenicero de acero inoxidable, allí la podía ver nuevamente, su rostro se reflejaba hosco, imperturbable. Le pregunté si quería fumar. Su respuesta fue breve:

- No fumo -

- ¿Nombre y apellido?

- Coseta Fiorentino

- ¿Edad?

- Cuarenta años -

- ¿Nacionalidad?

- Italiana

- ¿Estado Civil?

- Casada con dos hijas.

Su rostro cambió de expresión, dulcificándose resignadamente. Sus ojos se entrecerraron su boca perdió el rictus duro y desafiante cuando dijo:

- No lo pensé. Ella me lo pedía con los ojos todos los días... Sólo unas dosis de más y su sufrimiento terminaría. Ahora sé que está en paz.

Se hizo un gran silencio. Volví mis ojos al informe que tenía ante mí:

Coseta Bianculi de Fiorentino, edad 78 años, fallecida el día 30 de junio de 2002.
Hora del deceso 23,30.
Muerte por sobredosis de calmante.

Seguí leyendo los detalles del caso mientras ella se retiraba, hombros, ojos, boca y porte vencidos. El pelo caía ocultando su cara. En la oficina se respiraba un raro halo de compasión, piedad, injusticia y solidaridad no muy comprensible pero tristemente compartidos.

El juicio se celebraría en pocos meses.

Cerré el expediente y lentamente lo archivé en la "F".

martes, 23 de diciembre de 2008

EL VIEJO PARAGUAS

Lo cerró tratando de no mojarse. La lluvia era intensa, miró el cielo con ojos blandos. Entró en la estación. Quería llegar pronto a la casa de su infancia. Miró su billete, aún faltaba una hora para la salida.

Entró a la cafetería de la estación y dejó el chorreante paraguas en el paragüero.

Pidió un café con leche caliente y dos tostadas. El cristal empañado no dejaba ver hacia el exterior.

Se adentró en sí mismo rememorando el clásico olor de los desayunos de su niñez. El padre en una punta de la mesa, su hermano menor, él mismo con su pelo liso y reluciente, la madre solícita...

El camarero trajo lo pedido. No cabían las comparaciones, aunque también fue reconfortante beber ese café con leche. Pagó, salió, subió al autobús. Su pelo blanco y raleando se reflejaba en el cristal de la ventanilla.

Al llegar a su ciudad natal y bajo la llovizna implacable se acordó de su viejo paraguas. El también pasaría a ser parte de sus recuerdos.

sábado, 29 de noviembre de 2008

ELLA

ME ENCANTA MI NUEVO ASPECTO
Ella me miraba con ojos suplicantes, pero yo estaba decidido a seguir en mis trece.
Vaya - me dijo, - Creía que todavía sentías algo por mí -
Yo observé su boca húmeda y su naricita insinuante. En otros tiempos me desvivía por ella, pero diversos acontecimientos habían separado nuestras vidas.Volví a mirarla, lo hice con detenimiento, ella emitía un leve jadeo insinuante cerca de mi oreja.
No me produce nada – pensé - Realmente estoy seguro de mi decisión –
Ella insistía girando a mi alrededor, yo indiferente seguía mi camino, no pensaba parar, pero ella me seguía tratando de acompasar su ritmo al mío dando pequeños saltitos.Ya me estaba empezando a molestar, así que aceleré el paso.
Al fin había llegado. Me recibieron encantados, sabía que me esperaban.
Ella entró detrás de mí, supongo que también la esperaban. ¡Menuda coincidencia!
En realidad me fastidiaba un poco que entrara conmigo. Quería que ese día fuera inolvidable para mí. Era un paso trascendental en mi vida. Bueno tampoco era que me importara mucho, era una decisión normal en estos tiempos.
Me fastidió que la atendieran primero. Aún así seguía observándome con su mirada lánguida y turbadora. Al fin llegó mi turno.
Ella ya estaba en su sitio, sentada al calorcito para secarse.
Cuando terminaron conmigo, me sentaron a su lado. Mala suerte la mía. La miré con cierto resquemor. Me miró extrañada, creo que al fin empezaba a comprender. No me pesó. Al contrario me sentí muy bien como estaba. Puede ser que así comprendiera que ya no había nada entre nosotros.Hoy completaba mi transformación plenamente satisfecho.
Ella sentada a mi lado estaba confundida Ahora me miraba con asombro, su lengüita roja asomaba por la boca abierta, pero ya no acercó su leve jadeo a mi oreja.
¡Al fin lo había comprendido!
Desde hoy solo sería mi amiga si entendía que me podía aceptar tal como era.
Me miré al espejo satisfecho...

ME ENCANTA MI NUEVO ASPECTO....

domingo, 2 de noviembre de 2008

EL CABALLERO DE LAS BOTAS AZULES (inspirado en el maravilloso cuento de Rosalía de Castro del mismo nombre)

Llegó a la pequeña ciudad de Sinfonía una calurosa tarde del primer día de Agosto.
Las damas del lugar reunidas en la plaza de Do Mayor paseaban bajo los antiguos soportales luciendo peinados y vestidos acordes con las últimas tendencias de París o Londres. Sus niños magníficamente ataviados tenían modales tan rebuscados como los de sus madres que se encargaban de reforzarlos con miradas aprobatorias o no.
Los hombres sufrían bajo las camisas y chaquetas los efectos de las altas temperaturas secando el sudor de sus frentes con blanquísimos pañuelos sin intervenir en las recriminaciones maternas.
Los jóvenes y las muchachas sopesaban por el atuendo, actitud y gasto en las mesas que ocupaban ante sorbetes, helados o refrescos, el nivel económico de cada quien.
Pero desde que había llegado ese caballero de las extrañas botas, el ritmo de la ciudad había cambiado, ya no era la ciudad armoniosa de siempre.
Las muchachas se esmeraban en competir con tocados y joyas para seducir a ese apuesto joven que se alojaba en la fastuosa mansión, desocupada hasta entonces.
El duque - al fin se supo que lo era - llegó a la plaza caminando sobre sus relucientes botas, luciendo su estampa atildada pero sin afectación, saludando a diestra y siniestra con gran sonrisa. Él sabía que saludaba a la parte buena y mala de cada uno, por eso inclinaba dos veces la cabeza a la derecha y una a la izquierda.
Al instalarse en la mesa pidió agua tibia entregando un pergamino enrollado al lacayo que siempre lo acompañaba.
En la plaza de Do Mayor se hizo un profundo silencio al ver que el criado lo desplegaba y se disponía a leer.
Al entonar las palabras su voz fue brillante:

El que quiera concurrir
el día treinta a la mansión
a las diez debe asistir,
con suma puntualidad…

Un crescendo de agudos femeninos fue apagado por los golpes rítmicos que el Duque daba con el vaso en la mesa. Se hizo silencio y el criado prosiguió:

Puesto que habrá colación
se les ruega anticipar
cuántos han de concurrir
a esta inauguración.
Para ello una tarjeta
con su nombre entregarán
para ponerla en la mesa
que el Duque designará.

Entonces se escucharon diversas expresiones: brillantes, con misterio, con dolore, capriccioso, maestoso, flebile, patético, pomposo, con fuoco… Voces femeninas y masculinas, jóvenes y mayores, todos al unísono, fuerte o suave, moderato o alegre, vivace o andante, en acordes disminuídos o aumentados, modulando tonalidades que formaban un todo enarmónico.
Los cristales de negocios y casas acompañaban con trémolos y trinos ese fraseo incesante. Tal era la intensidad de los comentarios que nadie advirtió que el caballero de las botas azules se retiraba prestísimo de la plaza que lentamente fue quedando vacía.
Al día siguiente gran parte de los vecinos de Sinfonía acudieron al banco, otros al prestamista. Varios fueron a vender algunas pertenencias, todos para estar a la altura de tan importante invitación. Las mujeres no hablaban más que de lo que se pondrían, preocupándose muchísimo por el atuendo de las hijas casaderas. Las más adineradas viajaron a París o Londres a comprar telas y accesorios. (Danny Speas-1999)
En tanto, unos hombres consultaban a zapateros especializados a fin de conseguir unas botas iguales o por lo menos parecidas a las del duque, otros fueron con sus mujeres a Alemania y algunos viajaron a Italia por el original calzado. Fue inútil, ninguno pudo saber de qué material eran y como lograr ese color tan especial.
Hubo quien se coló en la mansión para averiguarlo, aunque no pudo llegar hasta el armario que guardaba el preciado secreto. Contaba, eso sí, que el lugar era de ensueño; las habitaciones tenían las paredes tapizadas de blanco con arabescos en rojo y oro. Los sillones y elementos eran rojos con detalles invertidos que hacían un efecto impactante.
Dijo que el jardín era inmenso con frescas glorietas donde se enredaban rosas de todo tipo, olor y color. Había además un gran lago artificial que se atravesaba por un puente cubierto de glicinas en flor que perfumaban el lugar.
Ese quien - panadero de Sinfonía - narró todo ello con lujo de detalles a los que estaban interesados no sin antes recibir una cierta cantidad “por su riesgosa osadía”. Una vez saciada la curiosidad y llena la caja convino con su mujer y sus hijas que emplearían lo ganado en renovar el local, la maquinaria y por ende los productos de su panadería.
La pequeña ciudad era todo preparativo, las modistas estaban atareadísimas, las señoras malhumoradas por los retrasos, los zapateros nunca habían hecho tantos pares de botas y de formas tan variadas, las peluqueras se afanaban transpirando al calor de planchas y planchitas para pelo en diversas pruebas de peinados y maquillajes. Así todos los negocios del lugar vieron un gran incremento en las ventas que supieron aprovechar muy bien.
Llegó el día treinta y en Sinfonía todos los habitantes del pueblo que se veían acicalados, emperifollados, enjoyados y calzados a la última acudieron puntuales a la mansión.
Cada uno ocupó la mesa con su nombre. Estas eran rojas como las sillas y la vajilla blanca tenía filetes de oro. Estaban ubicadas bajo una enormes stores de seda blanca que unidos en una alta punta formaban un pararrayos fosforescente. El piso del mismo color estaba unido a los laterales de la tela completando el decorado que los aislaba totalmente del exterior.
Todos elogiaron el detalle, por si hacía mal tiempo.
No se oía ningún ruido. Cuando todos estuvieron ubicados, sonó una hermosa música acorde al nombre de la ciudad. Enseguida se encendieron las luces hasta deslumbrar. Los convidados estaban expectantes y mudos. Entonces apareció el criado anunciando que el caballero de las botas azules había tenido un inconveniente y que se retrasaría un poco por lo que les rogaba lo disculparan. La gente asintió sin hablar.
Cuando había pasado otra hora algunos empezaron a quejarse suavemente por la descortesía del Duque. Las madres y las hijas pedían silencio a sus respectivos maridos y padres y contenían las ganas de probar los exquisitos manjares y bebidas que había sobre las mesas.
Pasó una hora más cuando el criado anunció a su señor que apareció sencillamente vestido con una gran caja en las manos. Venía sin calzar. Saludó sonriendo. La gente desconcertada no atinó siquiera a contestar. Con breves palabras agradeció su presencia y los invitó a comenzar con el festejo.
Las delicias atraían a todos pues había platos nunca vistos. Mientras tanto el duque abrió la caja extrayendo de ella las curiosas botas azules, las mostró a los concurrentes que las miraban maravillados pues brillaban más que nunca. Pasaba entre ellos sosteniéndolas en alto.
Cuando concluyó de mostrarlas las soltó y ante el asombro de todos, las botas revolotearon de mesa en mesa, evitando ser tocadas por los más ávidos. Luego comenzaron a elevarse lentamente hacia la parte más alta del curioso salón, hacia el pararrayos tan fosforescente como las propias botas.
Las cabezas hicieron lo mismo. La sinfonía que antes escuchaban se hacía cada vez más suave.
Estaban tan embelesados mirando las maravillosas botas brillando en lo alto, que no sintieron como la carpa se elevaba hacia el infinito llevándolos lejos de la ciudad de Sinfonía.

jueves, 26 de junio de 2008

EL MAR EN RIAZOR - CORUÑA - GALICIA

Incansable viejo - niño
constructor y destructor
juguetón bravo - bravío
generoso proveedor.

Reposado y calmo mar
que a mis ojos se prestaba
pues mirando el horizonte
a mi mente acicateaba.

Tengo el olor del salitre
en mi memoria fijado
sal y espuma, yodo y algas
que en la orilla reposaban.

Es guardián de mil secretos
constructor y destructor
incitante - relajante
generoso proveedor.

Hasta mis pies llegó ufano
incitándome a viajar
mar afuera alma adentro
el lejano y viejo mar.

Hoy lo evoco viejo - niño
bravo - bravío - constante
que acariciando la costa
arena y rocas modela.

Recordando aquel perjume
afincada en el no-mar
yodo y alga, arena y roca
en mi siempre quedarán.

viernes, 23 de mayo de 2008

ORBALLO DE AMOR (Lluvia de amor)

Es lo que cae sobre mi corazón al dejar Galicia...
Es lo que me acompañará en esta nueva etapa de mi vida...
Es lo que recibí de todos mis amigos y amigas, de mis pacientes, de mis alumnos...
Es lo que me colma y realiza como ser humano.
Es lo que me brinda Coruña en estos días tan suyos, nublados, lluviosos, que invitan al recogimiento interior, donde quedan adheridas como pulpos las vivencias en mi alma.
Cosas pequeñas, triviales pero entrañables para atesorar como sin obviar ninguna.
Gestos de amor estampados a fuego, cada uno con su característica, con su forma particular de brindarse, de recibirme, de despedirme, de halagarme, de abrazarme aún sin abrazo, de contenerme y de quererme.
No hay distancia, estaremos para siempre el uno, la una, en la memoria del otro, la otra... sabiendo que en el camino que nos tocó recorrer algo nos enriqueció, nos hizo crecer, cambiar, elegir, madurar, aprender juntos....

En esta mañana de orballo en el tren rumbo a Vigo (como si del tren de la vida se tratara), veo la lluvia caer como una bendición, como mi bautismo a una nueva etapa en la vida.
Dejo mi reconocimiento y amor a las amigas y amigos que compartieron mi camino en España

A TODOS Y TODAS: ¡¡GRACIAS!!

SANTA ROSA DE LIMA EN BUENOS AIRES

                                                        Hoy 30 de Agosto de 2025 festejamos como todos los años el día de Santa Rosa de Lima...