Hora: 23,45
Grados: 30
Humedad: 90%
Sin vientos en superficie…
Hemos tenido un día soleado, sofocante con el baho característico después de una tormenta de verano. Llovió de esa manera. Inundaciones, cortes de luz, gente desesperada sin enseres ni provisiones y comercios en los que el agua entró para estropear todo tipo de mercaderías. Fue una hora de viento huracanado que arrasó en pocos minutos con techos y paredes débiles.
Curiosamente por aquí no se inundó, pero el calor es infernal.
Agua, beber agua con sed y sin sed. Es hora de dormir. Las sábanas y el colchón están calientes, el ventilador al máximo tira aire sofocante concentrado en el cuarto.
Decido dormir en al patio. Abro mi catre de campaña, sobre él una colchoneta leve, una sábana verde y la almohada blanca con pequeñas flores . Traigo el ventilador, lo pongo fijo hacia mí, me acuesto… me da por arriba, me levanto y bajo su altura, de paso lo pongo en el dos…
Me doy otra ducha, fueron tres a lo largo del día. Un camisón ligero de finos breteles y a dormir. Me acuesto. ¡Qué placer! Los geranios cuelgan floridos del enrejado. Arriba del enrejado puse el pequeño granado y el helecho. Los lazos de amor y la planta del dólar se cuelan hacia abajo, todo da frescor y sombra durante el día.
El calor es agobiante, abro la puerta de entrada que está detrás de mi cabeza, por delante la escalera que va a la terraza. A mi izquierda una silla, sobre ella el agua y las gafas.
Hoy bebí cinco o seis botellitas. El agua que viene del tanque al grifo está caliente, por eso las tengo siempre frescas en la heladera, junto a botellones grandes que uso para limpiar verduras y frutas.
Entre las plantas distingo una estrella…
Estoy en una calle con diagonales, debo llegar a horario me espera mi padre, no reconozco el lugar, estoy perdida, inquieta. La noche es oscura. La calle desemboca en una casa desconocida, retrocedo, todas las calles terminan dentro de una casa. No conozco a nadie, me desespero. Un hombre de mi estatura, pequeño y con un largo abrigo se pone a mi lado, lo miro con desconfianza. Me dice que él también está perdido. Él me conoce, yo no. Le digo que no tengo como avisar. Caminamos por las diagonales buscando la ciudad. Me toma de la mano, no lo rechazo, tengo miedo. Seguimos así por varias calles ahora forman un tablero. El se detiene y me besa, no correspondo pero no me desagrada. Lo miro durante unos minutos. Busco en mis bolsillos pero no traje el celular. Pasa un micro. Le digo que se parece a alguien que conozco. Pregunta quién es. No se lo quiero decir. Insiste varias veces y luego de dudar le contesto: “A Toni Curtis”. Me mira sorprendido y desaparece. Tiene los ojos azules. Estoy en la ciudad.
Me despierto, pienso en el sueño y me digo: “No tengo que olvidarlo”.
Un mosquito me picó en la parte interior de la rodilla izquierda. Tomo agua, voy al baño a eliminar lo que mis riñones sabiamente desechan. Son las 4 de la mañana. Vuelvo al catre.
Ahora corre una leve brisa entre la puerta abierta y la escalera que da a la terraza. Se está mejor y es aire natural. Me levanto y apago el ventilador.
Mi hijo quiere poner aire acondicionado, no quiero. Casi todos los que lo tienen están con dolores musculares, resfríos o congestiones más complicadas.
Entre las azaleas que cuelgan en fila a la izquierda de la escalera hay una que está en flor. Mañana la miraré. El “Llamador de ángeles” o “Ahuyenta suegras” como lo llaman en México se hamaca dando sonidos como de gotas deagua… Plap… pleplapplap… Es de cañas, me agrada escucharlo. Al lado hay otro de metal pero salvo viento fuerte nunca suena.
Debe haber pasado media hora. Me levanto, voy a buscar un paño fino para cubrir pecho y espalda, el sudor se está enfriando. Me acuesto. Creo que no me voy a poder dormir… Podría planchar aprovechando la brisa. Debo estar algo chiflada…Sí, eso es lo que voy a hacer.
Siempre a oscuras me levanto, traigo la pila de ropa que fui posponiendo. Preparo la tabla, la plancha, el agua para ella y para mí. Pongo la Tele, la miro desde afuera a través de la ventana del comedor pues da al patio. Voy a poner la pava, mientras plancho voy a tomar mate porque ahora tengo hambre y así entretengo el estómago. Está bueno, reconforta y también es líquido que aporto al organismo. Hago todo a oscuras solo ilumina el televisor, no quiero despertar a nadie. En la tele no hay nada solo Gran Hermano con los chicos bailando y tonteando en la madrugada. Plancho algo, en el patio no veo, cierro la puerta que da a las habitaciones y enciendo la luz pequeña, ya son las cinco. En verano uno se cambia más seguido y las sábanas también se quitan casi todos los días. La pila va bajando desordenadamente. Al fin terminé, en la silla se mezclan los colores de shorts, blusas, faldas, remeras, manteles y repasadores hoy planchados sin orden. Guardo la tabla. La plancha se enfría en el piso. Yo transpiro de esa manera… La brisa no alcanza para disipar el calor y humedad que desprendió la plancha.
Me seco, humedezco el cuello, las sienes, las muñecas. Son las 5.30. Ensalivo las ronchas de los mosquitos. Me picaron fuerte, son dos, la de la rodilla y otra en el antebrazo, eligieron la parte más carnosa. Me acuesto. Tengo que ir al baño, el mate es diurético, de paso apago todo y abro la puerta que da a las habitaciones para que entre más aire. Otra vez al catre, es bajo, tanto levantarme y acostarme cansa más que la cama.
Me cubro con el paño pecho y espalda. La brisa es agradable, pero húmeda y el cuerpo baja la temperatura rápidamente. Se me enfriaron los pies. Son las 6. Es momento de ir a la cama mucho más cómoda que el catre. Llevo el ventilador, lo pongo en el uno. Me acuesto.Sigo con los pies fríos, estiro un poco el cobertor sobre ellos. El camisón de poliéster es liviano tiene una textura agradable, mucho más que los de algodón que se calientan, mojan y se adhieren con la transpiración.
Está aclarando pero voy a dormir como si esta noche de verano recién comenzara.
La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aquí les dejo la receta de esta mermelada, algo ácida y dulce, como mi despedida de este y el otro blog. Es momento de descanso y re...
11 comentarios:
Tu noche de 30º puso un poco de calor en esta fría tarde de invierno (5º)
Un abrazo desde esta orilla del mar.
Estás GUAPÍSIMA en las fotos
CONCHI: Gracias amiga! días seguidos de entre 34º y 40º, son acumulativos y el organismo no descansa. El otro extremo tampoco está bien 5ºya es bastante y veo que fue a más. Un abrazo y gracias por lo de guapísima.
Qué envidia de temperaturas cuando aquí en estos días a duras penas llegamos a 3º durante el día... pero vamos de un extremo a otro, y todos los excesos son demasiado.
Besitos!! y disfruta de un feliz y tranquilo fin de semana!
MI QUERIDA ROSI, yo me habría asomado aunque sea hasta la calle, mira si veías pasar a "tu" Tony Curtis, habrías hecho de tu sueño una realidad !!!
NUNCA SE SABE !!!
besotes y te quiero mucho !!!
Un relato bonito que acercó algo de calor de ahí a este otro lado del atlántico, congelados como estamos por los fríos del invierno.
Muchas gracias por tu visita, siempre es placentero recibir tus letras y acomodar recuerdos.
Bicos
Bueno a mi los sancudos también mepican.
FUGAZ: Ya ves que todos los extremos son malos. Aquí luchar contra la deshidratación es primordial, agua y más agua, jamón y aceitunas especialmente yo que tengo la tensión baja. Que tu también tengas hermosos días.
ELIDADEDIEGO: No se me ocurrió! Pues fue una noche agitada! Gracias al cielo que no pasa siempre, pero fue intensa...
BALTEU:alegra recibirte por aquí. Gracias. Un abrazo.
CONVERSACIONESDETODO: Qué bueno leerte amigo!! Los zancudos este año me dejan un poco tranquila, pues si hay alguno, seguro que me pica a mi primero que a otros.
Abrazo gordote.
Hoy día del amor y la Amistad me detengo a tú lado, para sentirme arropada por el calor y el afecto entrañable que se respira en este tu espacio.
Para los enamorados;
que lo han estado,
para los que lo están,
y para los que pronto
lo estarán.
Para todos ellos!!
¡¡Feliz día de San Valentín!
Muackkkkkkk
Muackkkkkkkkk
Muackkkkkkkkkkkkk
De esta tu siempre amiga…
María del Carmen
Sueño de una noche de verano.Si hay algo que tolero mal,mal,es el calor ya que soy hipertensa y tomo vasodilatador.El calor aumenta el efecto.Cuando voy a Bs.Aires lo primero de lo cual me cercioro es si hay aire acondicionado en el lugar que arriendo.
Me entretuve con tu narración que llega a ser hiperrealista.
Espero que tus noches vayan siendo cada vez más frescas.
Saludos desde Chile
MONICA ALVAREZ LAMA: Bienvenida a mi blog... Fue una noche fatal! Hoy te cuento (15-2/19hs. 45º de sensación térmica) Esperamos la lluvia. Gracias por pasarte. Me gustaría que cuando vengas por aquí nos encontráramos. Un abrazo grandote.
Publicar un comentario