Ancho camino de río
que se afina al continuar
que va sin rumbo a destino incierto,
igual por tierra que allende el mar.
Caminos varios buscó mi pie
y a recorrerlos sin rumbo fui
de los misterios que allá encontré
cuento que nada redescubrí.
La mente vuela por los recodos
del manso río que va hacia el mar
siguen mis pasos por otras sendas
que otros hollaron sin descansar.
Caminos varios que al recorrerlos
siempre me empujan a buscar más
busca mi alma cosas perdidas
y siempre pienso; un paso más.
Vuelvo a ese río ya recorrido
descubro cosas que ayer no vi
las emociones siempre desbordan
al caminante que indaga más.
Las mismas piedras ya más gastadas
el agua mansa que no es la misma,
la hierba nueva, el árbol viejo
aunque ese río parezca igual.
ENERO 2008
5 comentarios:
Me has hecho pensar que cuando voy a mi pueblo me gusta siempre pasearme por la orilla del río parece que por ella uno se sienta mejor.
Un abrazo.
Mee parece excelente RosaMaría que publiques tus creaciones antiguas y que por ellas conozcamos esa bella naturaleza y el deambular de aquel río.
Un beso.
Han pasado más de diez años desde que lo escribiste.... ahora has caminado más y el poema seguro que sigue vigente.
Besos.
Lindo poema , mi querida Rosa María, el que cubre nuestra sed con el agua pura y cristalina de tu río.
Abrazo especial.
MARI-PI-R: no me cabe duda de tu disfrute, solo el rumor, el movimiento, los reflejos, y también cierta quietud traen un momento especial de relajación. Besos
ESTEBAN LOB: gracias Esteban, el río acompaña momentos de relajación y también de nostalgia. Besos.
TORO SALVAJE: Sabio amigo, así es, imagino que esa sensación la conocen varios que han recorrido ríos que quedaron en el tiempo, pero que están en el corazón. Besos.
RICARDO TRIBIN: También muy poético tu comentario. Gracias por venir. Besos.
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