Hola papel, son las 7, no voy
a hacer ruido porque todos duermen. Está linda la mañana. Aún hace calor aunque
no tan intenso porque ya está terminando el verano. Verano tardío será. El
clima, que no el tiempo como todos dicen, hace estragos en todo el mundo, toma
revancha de nuestras agresiones, de la no consideración de quienes como
políticos y responsables tendrían ya que encarar medios para prever tanto
desastre. El mismo Ser Humano se deja estar ya que cada uno es un político en
su vida y en la vida. El Ser Humano tiene sus fallas. No culpemos al otro, se
gasta energía y combustible porque no la sabemos usar. Ay, papel querido,
cuánta luz encendida, cuánto gas a todo lo que da cuando las cosas hierven a
igual temperatura si se baja la llama una vez que llegó al punto… y también
está el tamaño del quemador que quema los utensilios pequeños cuando se ponen
en el grande… Cuánta pasta dentífrica en el cepillo, que no es económica
precisamente, cuando una medida de
“lenteja”, limpia lo mismo que un centímetro o dos... Lo mismo que el champú,
la crema enjuague, el lavavajilla, el limpiador del coche y agregado a esto la
cantidad de agua desperdiciada porque se necesita más enjuague, sin agregar el
agua que se deja correr innecesariamente en estos menesteres. Ah, el agua,
cuánto se desperdicia con la comodidad de la manguera, con las inmensas
piscinas de los “barrios cerrados” Qué falta le haría a otros seres que tienen
que caminar kilómetros para llenar un cubo o un bidón que ni siquiera está
desinfectado para beber o cocinar. Querido papel, estoy gastándote pero hace
mejor a mi salud mental hablar contigo que tomar una pastillita. Sabes que
éstas no son mi fuerte y además hay que gastar tiempo en el médico, en el
colectivo, en la farmacia y todo esto es energía puesta al servicio de un
“servicio” que engorda bolsillos. Sé que a veces es necesario y mucho. Entonces
recurrir a ello, pero se nos va la mano. El dinero que se gasta en medicinas
innecesarias no embellecen, fortalecen, adelgazan, euforizan (término propio),
calman, o engordan y estropean muchos organismos. Eso sí: engordan, embellecen,
fortalecen, adelgazan, euforizan (término propio) y calman a la gran cadena
de multinacionales variopintas que intervienen
en su fabricación y distribución. ¡Y vaya si cuesta pagar tanta ilusión! La
comodidad de la pastillita suple lo que se podría lograr con más cuidado de
nuestra parte. Ay papel, sé que hacen falta, pero no confundas, hablo de
ciertos casos. Ya sé papel, ahora termino mi verborragia (linda palabra) será
hasta la próxima y gracias por tu paciente escucha.
La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas...
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8 comentarios:
Una conversación que nos hace reflexionar con nuestro querido planeta que si no lo cuidamos pagamos las consecuencias así que hay que remediarlo.
Un abrazo.
MARI-PI-R: Gracias por pasarte y por tu comentario. Estamos de acuerdo. Beso.
Lo que dices de tu salud mental me recuerda aquel libro de Lou Marinoff que tuvo tanto éxito: Más Platón y menos Prozac.
MARI-PI-R: dadas las circunstancias de cómo se procede al respecto mis reflexiones solo se pueden volcar en el papel pues caen en saco roto siempre... Cuesta mucho tomar costumbres más ecológicas y austeras. Beso y gracias por venir.
SENIOR CITIZEN: pues mira por dónde coincido con alguien... Sin duda es así: Más Platón y menos Prozac. Gracias por tu visita. Beso grandote.
Aprendo de tu vida Rosa María.
Y de tus conocimientos.
Muchas gracias por compartirlo.
Besos.
TORO SALVAJE: es mutuo maestro. Beso y gracias por venir.
Pones el dedo en la llaga. Somos demasiados y encima ni siquiera hacemos bien las cosas. Nos hemos acostumbrado a que la energía esté siempre disponible y ya no la valoramos. Desperdiciamos recursos como si fueran infinitos, como si fueran gratis. Pero el Planeta se vengará, y antes de lo que pensamos.
Personalmente, creo que no tiene solución y que hemos pasado el punto de no retorno con el calentamiento global y con otros desastres naturales. Somos demasiado egoístas, y no podemos comprender que nuestras acciones nos traen minutos de comodidad a cambio de eones de desajustes medioambientales.
Me temo que educar ya no es suficiente, y me remito a esa frase famosa de que la Tierra es un bien que se nos da al nacer pero que hay que legar a nuestros descendientes.
TAWAKI: Hay mucho de cierto en tu comentario. Aunque sigo insistiendo desde mi minúsculo lugar en el mundo en tratar de colaborar, controlando y hasta no usando productos que antes no eran necesarios y que el marketing nos impuso como tales. Por edad sé que es así. En fin me niego al uso de ciertos productos, medicamentos no imprescindibles, envases y otros desechables. Gracias por venir, disfruto mucho con tus viajes. Besos.
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