Parque Dunar en Doñana
“¡Tú no me quieres!”
¿Cuántas veces nos habrán espetado este
reproche nuestros hijos? ¿Y cuántas, como madres o padres, nos habremos
aguantado las ganas de decirles lo mucho que los queremos?
Algún día, cuando estén en edad de
comprender los móviles de la conducta de una madre, les diré a mis hijos:
Te amaba lo suficiente para fastidiarte
preguntando, cada vez que salías, adónde ibas, quién te acompañaba y a qué hora
volverías a casa.
Te amaba lo suficiente para callarme mi
opinión y dejarte descubrir por ti mismo que aquel amigo que habías escogido
tan cuidadosamente era un pelma cualquiera.
Te amaba lo suficiente para hacerte
devolver la pastilla de chocolate que ya mordías y confesar al tendero que la
habías hurtado.
Te amaba la suficiente para estarme dos
horas viendo cómo ponías en orden tu habitación, tarea que yo habría despachado
en 15 minutos.
Te amaba lo suficiente para no buscar
disculpas a tus impertinencias y a tus malos modales.
Te amaba lo suficiente para no tener en
cuenta lo que “todas las otras madres” hacían o decían.
Te amaba lo suficiente para adivinar tus
mentiras… y perdonártelas después de confirmarlas.
Te amaba lo suficiente para dejarte
tropezar, caer y fracasar para que aprendieras a valerte por ti mismo.
Te amaba lo suficiente para aceptarte tal
como eres, sin pensar en lo que yo querría de ti. Y sobre todo, te amaba lo suficiente para
negarte algo a sabiendas de que me detestarías. Eso era lo más difícil de todo.
Condensado del Sun Times de Chicago 14-01-1976
8 comentarios:
Yo no he sido madre, pero he sido hija y creo que esto está muy acertado.
Huelgan las explicaciones, hasta que ellos no pasen por idénticas circunstancias no van a comprender el mucho amor y desvelos que le han dispensado sus padres, en especial su madre.
Un abrazo.
SENIOR CITIZEN: Hola amiga, que todo esté bien por allí. Gracias por estar. Besos
FRANCISCO ESPADA: Pues si, solo siendo padres se valora lo bueno o malo que heredamos, aunque algunos lo van reconociendo antes. Gracias por tu paseo por aquí, cariños
Es algo que los padres no necesitan decir, pues los hijos, al crecer, lo van descubriendo por sí mismos.
Precioso!
Y disculpas por comentarios a mi blog que no respondí en su momento. Acabo de encontrarlos. Me alegra verte bien.
TAWAKI:hay de todo entre los jóvenes y jóvenes adultos. Son épocas donde hay mucho egoísmo. Gracias por tu visita, muy lindas tus foto. Abrazo grandote.
CATI COBAS: no hay nada que disculpar, llevamos una época en que es tan difícil escribir como leer y comunicarnos. Gracias por venir. Abrazo fuerte y lleno de energías positivas
Hasta que los hijos no son padres es imposible que lo entiendan.
Publicar un comentario